Cómo se calcula el año personal y qué significa para la numerología

La numerología es una disciplina cuya existencia se le adjudica al matemático griego Pitágoras, que vivió en el siglo V a.C. Al parecer, él fue el primero en creer que todo en el universo está regido por los números.

Siguiendo este punto de vista, la numerología, varios siglos después popularizada por L. Dow Ballrett y su discípula Juno Jordan, trabaja sobre el valor metafísico de los números y su significado.

Entonces, para conocer más sobre la personalidad de alguien, los numerólogos realizan cálculos basándose en el número personal. Sin embargo, existe otro número que dice algo sobre el futuro inmediato.

El número personal ayuda a comprender cuál es el contrato existencial de una persona, en otras palabras, la misión de vida que, al sintonizarnos con un propósito superior, es una llave para abrir los caminos del amor, la prosperidad y el éxito.

El número personal nace de la suma de los dígitos que componen la fecha de nacimiento.

Por ejemplo, si alguien nació el 9 de octubre de 1973, debe sumar 9+1+0+1+9+7+3, cuyo resultado es 30 y luego reducir las dos cifras a una (3+0), tras lo cual obtendrá su número personal, en este caso, 3.

El número anual, vinculado con la numerología predictiva, explica las experiencias a vivir durante la vida de una persona de un cumpleaños al otro.

Ayuda saber qué debe comprender una persona y qué nivel kármico deberá atravesar para evolucionar. Los numerólogos dicen que habrá distintas vivencias y que la frecuencia correspondiente guiará las mismas.

El cálculo del número anual es similar al anterior. Hay que sumar el día de nacimiento más el mes y el año del último cumpleaños.

Entonces, siguiendo con el ejemplo anterior sería 9 de octubre (9+1+0=10), cuyo resultado reducido es 1 (1+0).

Al 1 hay que sumar el número anual de 2023 (2+0+2+3=7), que es 7. El año numerológico será 8 y tendrá validez hasta el 9 de octubre de 2024.

Conviene saber que hay tres números maestros que no se reducen a su solo dígito (11, 22 y 33).

Año 1. Este número representa el comienzo y un nuevo punto de partida. Entonces, habrá que trabajar la conciencia de la independencia y la individualidad. Es un momento de experimentar y de soñar a lo grande, pero manteniendo la impulsividad bajo control.

Año 2. Frecuencia que predispone a adoptar una nueva modalidad emocional, con una matriz afectiva diferente. Como la vibración del 2 es más lenta que la del 1, habrá que tener paciencia. También es un buen momento para iniciar relaciones con otras personas, incluso en el plano romántico. El aspecto negativo es que la persona podría estar más dubitativa y sensible que lo habitual.

Año 3. Caracterizado por su energía expansiva, ayuda a expresar el lado artístico de una persona. También a viajar, divertirse y a ver cómo se concretan proyectos elaborados con anterioridad. Cuidado con la dispersión de las energías, porque esto puede hacer que, al final, todo quede en la nada.

Año 4. Esta vibración es sinónimo de trabajo, firmeza y practicidad. Entonces, será un período para realizar definiciones y poner orden. La persona será más metódica y puntillosa, bajo el imperio de la racionalidad. Habrá que cuidarse de la terquedad y evitar sostener lo que parece insostenible.

Año 5. Indica que llega el momento de realizar cambios radicales. Conviene dejarse llevar ante distintos puntos de vista y ser muy flexible. Buen período para viajar o mudarse. También es un buen momento para el placer físico y la diversión. Como este número identifica a quienes no aceptan un no como respuesta, habrá que medir la impulsividad para evitar consecuencias no deseadas.

Año 6. Indica que la energía estará relacionada con la familia y el hogar. También con la búsqueda de la armonía. Buen momento para casarse o para irse a vivir con la pareja. Evitar cargar con responsabilidades que no corresponden.

Año 7. Es una invitación al descanso y a la reflexión, permanecer tranquilos y analizar los objetivos. La intuición volverá a tener protagonismo. La vida social será acotada a grupos pequeños. Es posible que aumente la ansiedad, porque este es un número “muy mental”.

Año 8. Indica un período durante el cual la persona recibirá todo lo que se merece, tanto en lo positivo como en lo negativo. Los aspectos laborales, las finanzas y los negocios serán protagonistas. Consejo: evitar las restricciones y entender que cada nueva experiencia deberá ser comprendida para su mejoramiento.

Año 9. Indica un fin de ciclo, por lo cual será un momento ideal para deshacerse de todo lo que resulta inservible. Durante este período de consumación de logros, también habrá tiempo para la caridad y el servicio al prójimo. Hay que cargar con la responsabilidad de soltar para no correr el riesgo de iniciar un nuevo ciclo muy contaminado.