Liam Neeson, asesino por dinero y por honor, en En tierra de santos y pecadores: dónde verla en streaming

Liam Neeson es un actor que si a algo no le teme es a ser encasillado. Sus últimos papeles lo han hecho empuñar un arma, un revólver, una escopeta, por lo general para vengar la muerte de un ser querido. Se especializó o centró en el cine de acción, aunque tiene buenas películas de índole dramática, como Kinsey y La lista de Schindler.

Y En tierra de santos y pecadores, que estrenó en el Festival de Venecia 2023, aunque no llegó a las salas de cine en la Argentina, tiene más de una pata en el cine de acción, pero también toca el drama y el suspenso. Es una historia de crímenes, que transcurre en la Irlanda natal del actor de Búsqueda implacable, por 1974.

Sí, en plena guerra entablada entre el Ejército Republicano Irlandés, o IRA según sus siglas en inglés, grupo paramilitar que pide la reunificación de Irlanda y su total independencia del Reino Unido, y precisamente los ingleses.

Y la película arranca, como suele suceder en los filmes que el IRA tiene protagonismo, en un atentado. Una bomba explota en la puerta de un pub, y entre los muertos hay tres niños y una mamá.

Neeson fuma pipa, sale a pegarle tiros con su escopeta a unas latas junto al policía del lugar (Ciarán Hinds) y lee al ruso Dostoyevski. Su personaje, Finbar Murphy, vive en un pueblito alejado de todo. No es que tenga que ocultarse, pero sí oculta algo. Es un asesino a sueldo, no del IRA, precisamente.

Si hay algo que no queda claro, o de lo que no se habla aquí, es de la posición de Finbar con respecto a la independencia de Irlanda. Porque contra lo que uno podría suponer en cuanto vemos que Robert McQue (Colm Meany, que había actuado con Neeson en Sombras de un crimen) le encarga eliminar a un hombre, este ex soldado ya tiene ganas de retirarse.

Ya lo hemos dicho: Neeson pide que en los guiones de sus películas, en la manera de lo posible, se incluya que sus personajes han perdido a su esposa, como le sucedió a él en carne propia cuando su mujer y madre de sus dos hijos, la actriz Natasha Richardson, murió tras golpearse la cabeza mientras esquiaba. Finbar, cuando regresó de la Segunda Guerra Mundial, se encontró con que Margaret, su esposa, había muerto.

Y hora que los responsables del atentado llegan al pueblito, por una extraña combinación de parentescos y amistades, Finbar deseará acabar con Curtis June (Desmond Eastwood, hijo de Clint), cuando descubre que está maltratando y pegando a una niña, Moya.

No, esta vez no lo hará por dinero, sino por honor.

Lo ayudará otro matón, Kevin (un irreconocible Jack Gleeson, que era el brutal Joffrey Baratheon en Game of Thrones), y la venganza vendrá del otro lado, porque Curtis era hermano de Doireann (Kerry Condon), la miembro del IRA del atentado.

Realizada por Robert Lorenz, histórico productor de Clint Eastwood desde Deuda de sangre y Río Místico, y que debutó en la dirección en 2012 con Curvas de la vida, protagonizada por Eastwood, Amy Adams y Justin Timberlake, ya había dirigido a Liam Neeson, en El protector (2021), la película tiene una hechura impecable.

Ahora Lorenz debe haber hecho el casting de su elenco en la mismísima Irlanda, porque la plana mayor del reparto es ciento por ciento irlandesa. Empezando con Liam Neeson, siguiendo con Kerry Condon -la excepcional actriz de Los espíritus de la isla-, Ciarán Hinds, Colm Meany y hasta Desmond Eastwood. Es un narrador clásico, lo que hace de En tierra de santos y pecadores se vea sin ningún dislate o desacierto, una historia de redención, de un lado y del otro.

«En tierra de santos y pecadores»

Acción / Suspenso. Irlanda, 2023. Título original: “In the Land of Saints & Sinners”. 106’, SAM 16. De: Robert Lorenz. Con: Liam Neeson, Kerry Condon, Desmond Eastwood, Ciarán Hinds, Colm Meany. Disponible en: Amazon Prime Video.