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Mendoza
28 de junio de 2024
FM Del Condado
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Política

Entre reproches internos, el kirchnerismo busca votos para tumbar las leyes pero también prepara un plan B


En un escenario ajustado en el Senado, tanto el Gobierno como Unión por la Patria buscan los votos para imponerse con la llamada Ley de Bases y el paquete fiscal. A diferencia de Diputados, la Cámara en la que el kirchnerismo optó por el rechazo en general y en particular, en este caso la oposición dura tendrá otra estrategia. En el medio surgieron discusiones internas, a partir de los dichos de Oscar Parrilli sobre el posible resultado del debate.

Entre los dos bloques -una división formal, en su momento en función de la disputa por la integración del Consejo de la Magistratura- Unión por la Patria suma 33 senadores. Con otros cuatro votos en contra se garantizaría la caída de los proyectos. En caso de abstenciones, incluso podría lograr su objetivo con un número menor a 37. Las mismas cuentas, invertidas, hacen en el oficialismo.

“Los 33 senadores vamos a votar en contra. Pero además hay dos misioneros que fueron en la boleta de Unión por la Patria, y (Edgardo) Kueider y (Carlos) Espínola, que en su momento fueron del Frente de Todos. De manera que teóricamente deberíamos tener los 37 votos”, aseguró Parrilli en Radio 10.

En su cálculo incluyó a los misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, ambos inclinados a votar a favor del mismo modo que lo hicieron los diputados alineados con Carlos Rovira, el jefe del espacio político -Frente Renovador de la Concordia- que gobierna la provincia hace 25 años.

Espínola y Kueider no adelantaron sus posturas. En el kirchnerismo se muestran confiados en que no avalarán los proyectos del Ejecutivo. “No tienen margen”, consideran, y apuntan a que el correntino se propone volver a ser candidato a gobernador por el peronismo el año próximo, por lo que necesitaría del apoyo de todos los sectores del PJ. De cualquier modo las decisiones de ambos son por el momento un interrogante.

También desde el Gobierno salieron a transmitir un panorama favorable y a estimar que reunirían los votos para aprobar ambos proyectos, al menos en general. Guillermo Francos, ministro del Interior, habló de un piso de 38 votos. En ese caso, aun cuando en particular hubiera cambios y debiera regresar a Diputados, el oficialismo quedaría encaminado a sancionar sus primeras leyes a cinco meses de la asunción de Javier Milei.

En la medida que el kirchnerismo siga arrogándose un poder que no tiene, en vez de sumar voluntades, resta. Es muy finito el margen para que hagan una de más”, cuestionó en privado un integrante del bloque que trabaja para conseguir votos en contra y estalló de bronca cuando se enteró de las declaraciones de Parrilli.

De acuerdo con su mirada, con esas palabras el senador neuquino potenció los resquemores que genera en parte de la oposición crítica con los proyectos el hecho de votar en conjunto con el kirchnerismo. “También tenemos a algunos nuestros con presiones de gobernadores. Para afuera resta y para adentro molesta”, completó.

A diferencia de Diputados, Unión por la Patria primero intentará rechazar las leyes en las votaciones en general y, en el caso de que el oficialismo se imponga en esa instancia, tendrá una estrategia para el debate en particular. “Habrá plan A y plan B”, definieron.

Si no logran tumbar las leyes, el siguiente objetivo será introducir modificaciones y reunir la mayor cantidad posible de votos para evitar que Diputados insista con el texto aprobado en la media sanción. El capítulo del régimen de incentivos a las grandes inversiones (RIGI), las privatizaciones, la reforma previsional, la restitución de Ganancias y el blanqueo aparecen entre los puntos principales.

Si los cambios obtienen los dos tercios de los votos -algo difícil, admiten en Unión por la Patria-, Diputados tendría que conseguir esa misma mayoría calificada para imponer su versión. Además de Kuider y Espínola, los bloques de UxP apuestan a acordar con radicales, los dos santacruceños, la neuquina Lucila Crexell y la larretista porteña Guadalupe Tagliaferri.



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