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4 de julio de 2024
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De héroe en la Euro a ingresar desnudo a la cancha: la historia del jugador que dejó el fútbol y entró a una secta :: Olé


Final de la Eurocopa 1992. Dinamarca, sorpresa absoluta del torneo, con jugadores que estaban de vacaciones y habían tenido que viajar de apuro a aquel certamen disputado en Suecia, rompe con todos los pronósticos: le gana 2-0 a Alemania, en Gotemburgo. Es el momento más grande de la historia del deporte danés (un país en el que gran parte de la población juega al handball). Es, de hecho, el momento que cualquier futbolista espera. Cualquier futbolista menos Lars Elstrup. En el banco de suplentes, durante toda esa final, lo único que ha deseado es que el técnico Richard Nielsen no lo llame para entrar. No está lesionado. Siente otra cosa: miedo.

Le hizo un gol clave a la Francia de Cantona, en un histórico triunfo 2-1.Le hizo un gol clave a la Francia de Cantona, en un histórico triunfo 2-1.

“Todo esto empezó quizás dos días antes de la final. Hasta ese momento yo tenía muchas ganas de jugar. Incluso, de estar en la alineación inicial. Pero algo cambió y de ninguna manera quería jugar aquella final”, le contó al sitio Tribal Football. Este delantero, que pasó por el Feyenoord y antes de aquella Euro venía de ser el héroe del Luton Town inglés al salvarlo del descenso, también narró su historia en una autobiografía cuyo título lo dice todo: “El héroe infeliz”.

"De ninguna manera quería jugar en aquella final", declaró Elstrup.«De ninguna manera quería jugar en aquella final», declaró Elstrup.

“Tenía miedo, mucho miedo de fracasar. ¿Y si fallaba una gran oportunidad y no ganábamos?”, relató Elstrup y reveló que ni siquiera pudo disfrutar de los festejos que, durante días, siguieron a aquella conquista. Así que mientras sus compañeros se emborrachan o desfilaban por los programas de la TV danesa contando su hazaña, una nube negra se posó sobre Lars Elstrup.

Publicó su autobiografía: "El héroe infeliz".Publicó su autobiografía: «El héroe infeliz».

El campeón imposible…

Fue a solo diez días de que arrancara aquella Eurocopa 1992 que la UEFA, debido a la Guerra de los Balcanes, bajó del certamen a Yugoslavia (tenía una camada de jugadores buenísima, que venían de quedar eliminados por la Selección Argentina en los cuartos de Italia 90). Fue todo tan a último momento que, de hecho, el plantel yugoslavo ya estaba en Suecia para disputar el torneo. Entonces, entró en su lugar Dinamarca, que había quedado segunda tras los yugoslavos en el Grupo 4 de las Eliminatorias. Claro, en aquel verano europeo, el plantel entero ya estaba de vacaciones. El técnico Nielsen, que había sido nombrado porque otros diez entrenadores se habían negado a dirigir a la selección, debió hacer una convocatoria de urgencia. El arquero Peter Schmeichel, el defensor Lars Olsen, el volante John Jensen y el delantero Flemming Poulsen se enteraron mientras estaban en la playa, el lateral izquierdo Henrik Andersen andaba paseando por Italia y Brian Laudrup ya tenía los pasajes para irse con su familia a los EE.UU., cuando su mujer le avisó que lo habían llamado por teléfono para que se presentara a la selección porque estaba citado para ir a jugar la Eurocopa.

El festejo tras ser campeones en Suecia.El festejo tras ser campeones en Suecia.

El hermano de Brian, Michael Laudrup, la gran figura del seleccionado y, probablemente, el mejor jugador de la historia danesa, se negó a ir. El crack de Dinamarca, que acababa de ganar con el Barcelona la Copa de Campeones (hoy la Champions League), estaba peleado con el entrenador de la selección. Pero, además, dijo que no creía en las improvisaciones.

El técnico convocó a los futbolistas que aceptaron el llamado en el campo de entrenamiento de la Unión Danesa, en las afueras de Copenhague. “A Suecia vamos a ir a ganar la Eurocopa”, les dijo. Los jugadores se le rieron en la cara. “Era difícil no reírnos”, contaría Brian Laudrup. Es que resultaba imposible: en el grupo estaban Inglaterra (semifinalista de Italia 90), el local Suecia y Francia (campeón de la Euro 84). “No estábamos preparados -contó el propio Lars Elstrup-. Nos llamaron en el último minuto y no nos habíamos preparado mental ni físicamente para un torneo de esa magnitud”.

La formación de aquel equipo de 1992. Las figuras eran el arquero Peter Schmeichel y Brian Laudrup. La formación de aquel equipo de 1992. Las figuras eran el arquero Peter Schmeichel y Brian Laudrup.

De modo que un plantel sin grandes aspiraciones y sin su máxima figura, viajó a Suecia en medio de la incredulidad total. Y viajó con algunas concesiones: en ese torneo, los jugadores compartieron las concentraciones con sus mujeres y familias, tuvieron permitido tomar cerveza cada tanto y acordaron no ser abrumados por largas charlas tácticas. Así saltaron a la cancha.

El debut fue un sorpresivo 0-0 contra Inglaterra, luego una caída 1-0 con Suecia y después llegó un milagroso 2-1 ante la Francia de Deschamps, Jean Pierre Papin y Cantona, con un gol, faltando unos diez minutos para el final, de… Lars Elstrup. Sí. Sin ese tanto de Elstrup, Dinamarca nunca habría logrado aquel título. “Cuando ganas un partido de fútbol, tengas 12 o 29 años, y marcas un gol decisivo, es una gran sensación. Este gol resultó ser importante y tuvimos la atención de toda una nación”.

Dinamarca terminó segunda en el grupo detrás de Suecia y de esta manera se clasificó a las semifinales (en aquel momento, la Euro la disputaban solo ocho selecciones). El 22 de junio, dio otro gran golpe: venció por penales a la Holanda de Gullit, Van Basten, Ronald Koeman, Rijkaard y Bergkamp, que había terminado primera en el otro grupo. Lars Elstrup pateó un penal en aquella serie. Lo metió.

Dinamarca sorprendió al mundo al vencer en la final, por 2-0 a Alemania que venía de ganar Italia 90.Dinamarca sorprendió al mundo al vencer en la final, por 2-0 a Alemania que venía de ganar Italia 90.

En la final, disputada el 26 de junio en el Nya Ullevi de Gotemburgo, se consumó la hazaña: Dinamarca sorprendió al mundo y se consagró con aquel 2-0 ante la Alemania de Jürgen Klinsmann y Andreas Brehme que -Codesal mediante- venía de ser campeona del mundo en Italia, apenas dos años antes.

«De ninguna manera quería jugar aquella final”

A lo contrario de lo que se pueda suponer, fue a partir de ese momento de gloria y consagración que la carrera -la vida- de Lars Elstrup fue cuesta abajo. Tanto que apenas un año después de aquel título inolvidable, en 1993, decidió retirarse, con 30 años. Se unió a la comunidad de un supuesto gurú indio, donde cambió su nombre. Lo expulsaron de esa comunidad por protagonizar diversos incidentes, como orinar en público y amenazar a un conductor de autobús con “arrancarle los ojos”.

Tras retirarse, vivió en un barco durante varios años.Tras retirarse, vivió en un barco durante varios años.

“Hubo un momento en que veía que salía pasto del desagüe de la ducha”.

Tuvo un intento fallido de volver al fútbol e incluso trató de formar su propia comunidad espiritual y terapéutica. Vivió varios años en un barco y saltó a los titulares de los medios al ser detenido en Odense y en Trafalgar Square, pleno Reino Unido, por pasearse desnudo haciendo malabarismo. Sin embargo, su escándalo más resonante fue en medio de un partido: en agosto de 2016, durante un encuentro entre el Randers –el club en el que había surgido- y el VF Silkeborg, saltó al campo de juego completamente desnudo. Ante el asombro de todos, corrió por el césped y ensayó varias poses de yoga, la más destacada fue el pino -una vertical, realizada en pleno círculo central-, hasta que fue detenido por los agentes de seguridad sin oponer resistencia. El episodio le costó 60 días de libertad condicional. Cayó en depresión. Estuvo años tumbado en una cama, sin poder levantarse prácticamente, casi sin bañarse siquiera. “Hubo un momento en que veía que salía pasto del desagüe de la ducha”.

Cuando entró desnudo a un partido en Dinamarca en 2016. Cuando entró desnudo a un partido en Dinamarca en 2016.

Hace unos días, a los 61 años, en la nota que le dio a Tribal Football, contó: “He dividido mi vida en fases y esta última ya dura más de dos años. Hoy estoy más fuerte que nunca. Mi entrenador, Richard Nielsen, el que llevó a Dinamarca al título en 1992, dijo una vez: ‘Lo único malo de Lars es que no sabe lo bueno que es’. Supongo que tenía razón”.

"He vivido mi vida en fases", cuenta Lars Elstrup..«He vivido mi vida en fases», cuenta Lars Elstrup..



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