Manejaban un auto robado por Avenida Del Libertador, en San Isidro. A pesar de que al Ford Fiesta Kinect gris le habían cambiado la chapa, un lector de patentes reconoció que no era la original. El alerta se disparó y a la altura de Roque Sáenz Peña comenzó una persecución con los patrulleros municipales, que pasó por la Catedral y después de un choque terminó en Beccar. Adentro del auto iban cinco chilenos acusados de formar parte de una banda que robaba joyas y dinero en casas.
«La banda de Chile», como la describió la Policía, llevaba en el auto guantes, barretas, destornilladores, gorras, celulares y también distintas tuercas de seguridad de ruedas de autos. También les encontraron objetos que habían sido robados en un «escruche» –como se conoce a la modalidad de robo cuando los dueños de casa no están– en una casa ubicada sobre la calle Colón, en la barrio de Barrancas de San Isidro. De allí también se llevaron dinero, joyas y electrodomésticos.
La persecución, que quedó registrada por las cámaras de seguridad del municipio, arrancó el sábado cuando el Ford Fiesta pasó por un lector de patentes y arrojó una alerta. El sistema detectó que la chapa que el auto tenía estaba denunciada como robada o extraviada. Después se supo que el auto había sido robado en diciembre en La Matanza y que le habían cambiado la patente para poder circular, pero eso no alcanzó para evadir los controles.
Un móvil del patrullaje municipal fue a detener al auto sospechoso, que se dio a la fuga. A la persecución se sumaron más móviles y se desarrolló desde Roque Saén Peña, hacia Martín y Omar, a la altura del Club Atlético San Isidro (CASI) hasta Martín y Omar, en el casco histórico de la ciudad.
Luego, los sospechosos se metieron por atrás del a Catedral y retomaron Libertador hasta Primera Junta, donde chocaron con un patrullero pero siguieron escapando hacia Centenerio.
Los cinco chilenos detenidos tras la persecución.Ya en Beccar, en Tomkinson y Haedo, lograron encerrarlos pero los delincuentes estaban decididos a escaparse e intentaron hacerlo corriendo. A los pocos metros, los agentes comunales y la Policía lograron capturarlos uno por uno.
Los sospechosos tienen entre 16 y 36 años y todos tienen domicilio en Santiago de Chile. Según fuentes del caso, se dedican específicamente a los «escruches». Por eso no es casual que merodearan por esa zona exclusiva de San Isidro un fin de semana, donde muchos vecinos suelen aprovechar para irse y adentro de sus propiedades quedan potenciales botines de valor para los asaltantes.
En el auto había objetos robados y elementos para barretear casas. Los cinco hombres chilenos de la banda delictiva realizaron varios robos bajo la modalidad de “escruche”, en la que los ladrones ingresan a casas vacías en busca de joyas y dinero. De hecho, San Isidro cuenta con un vasto historial de bandas de ladrones de nacionalidad chilena detenidas por esta modalidad.
En la persecución dos inspectores resultaron heridos y fueron trasladados al Hospital Central de San Isidro. Los sospechosos quedaron a disposición de la fiscal Paula Hertig.
El auto que usaban había sido robado en La Matanza en diciembre.El intendente de San Isidro, Ramón Lanús, se acercó al lugar donde se concretó la detención y dijo: “Acabamos de desbaratar a una banda de chilenos que venía a delinquir a nuestra ciudad. Gracias a la cámara lectora de patentes, nuestros móviles realizaron una persecución y pudimos detener a las cinco personas. Estamos dando la batalla contra la inseguridad. En San Isidro, el que las hace las paga”.