Una azafata reveló su método más eficaz para tratar con pasajeros que se niegan a cambiar de asiento, un conflicto sumamente habitual en los viajes de avión.
La interminable controversia sobre si cambiar o no los asientos del avión divide a los viajeros frecuentes.
Hay quienes sostienen firmemente que una vez que se pagó por determinado asiento, nadie debería esperar que se adopte una postura «razonable».
Sin embargo, de la vereda de enfrente, aparecen aquellos que la compasión los vence, y permiten que otra persona disfrute de un lugar privilegiado que consiguió, especialmente si es junto a la ventana.
Cómo cambiar de asiento en un vuelo, según una azafata
Una astuta auxiliar de vuelo compartió su eficaz estrategia para persuadir a los viajeros más reacios a intercambiar asientos con padres acompañados de niños pequeños, afirmando que es un éxito seguro.
En declaraciones a The Wall Street Journal, la azafata de vuelo Mitra Amirzadeh, con sede en Orlando, habló de su enfoque cuando un niño pequeño se ve involucrado en una situación tensa de intercambio de asientos.
Su objetivo es intervenir para disipar la tensión que se genera, y así pues emplea sus habilidades de negociación adquiridas durante sus años de experiencia.
Las azafatas suelen mediar a la hora de los reclamos por asientos. Foto: iStockMitra, quien es representante sindical en una aerolínea donde los pasajeros pagan más por un asiento preferencial, contó lo que suele decir: «‘Está bien, ¿entonces vas a cuidar al niño?’ Van a querer sus bocadillos y sus libros para colorear, porque los necesitarán».
Qué hace la azafata con los asientos si no hay niños
La azafata además agregó que a menudo ve a los pasajeros irritarse por la disposición de los asientos, especialmente cuando se trata de familias que quieren sentarse juntas, difunde The Mirror.
Y explicó que en casos sin hijos, como por ejemplo parejas que quieren estar juntas pero no hicieron la reserva adecuada, ella rara vez interviene.
La empleada de la línea aérea enfatizó que no quiere que la gente se sienta obligada a ceder los asientos que pagaron.
Por caso, aconsejó sin dejar lugar a dudas: «La próxima vez que sientas que te enojas o te frustras por no conseguir el asiento que deseas, debes recordar que no pagaste para elegir tu lugar. De lo contrario, estarías en ese mismo sitio».
Los niños en los vuelos suelen ser una pesadilla para otros pasajeros. Foto: Getty También señaló que estas situaciones incómodas son bastante más frecuentes de lo habitual y ocurren en más o menos el 80 por ciento de los vuelos en los que trabaja cada mes.