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28 de junio de 2024
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Thomsen: «No me siento un asesino» :: Olé


Máximo Thomsen, uno de los ocho rugbiers condenados por el asesinato de Fernando Báez Sosa, cometido el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, dio su primera entrevista desde que está encarcelado. Habló con Telenoche en el penal del Melchor Romero. El joven tiene condena a prisión perpetua, ratificada por el Tribunal de Casación, y su única esperanza es la apelación que su nuevo abogado, Francisco Otero, presentó ante la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Buenos Aires, como cuatro de sus amigos, todos de Zárate. Los otros tres tienen penas de 15 años.

Empezó la nota recordando cómo era su vida antes del crimen. «Hice la escuela en Zárate, jugaba al rugby, entrenaba dos veces por semana. Había arrancado la Facultad, profesorado de Educación Física, iba de lunes y viernes; martes y jueves viajaba a entrenar. En el verano aprovechaba a trabajar con mi papá. Hacía riegos. Mi día a día era cursar, me gustaba mucho la educación física. Jugaba al rugby en el Club Atlético San Isidro».

«Jugué ocho años al rugby y nunca tuve una tarjeta amarilla. La violencia en el rugby, cero», agregó.

«Con el grupo que fuimos a Gesell solo íbamos de vacaciones, era un grupo ocasional», argumentó. Aseguró que tenía otros amigos de otros grupos».

«Si alguien pasaba y vivía en Zárate, era normal salir afuera de los boliches y dos o tres peleas había seguro Con baldosas, cuchillos, armas. Era una cuestión difícil. Me he peleado, no estoy orgulloso. Lo traté con psicólogo. Hay muchas peleas afuera de los boliches. O aprendés o te vas para arriba», relató.

Ya cuando ingresa a describir aquella noche en Gesell, contó: «Nunca me imaginé que podía matar a alguien. Capaz que veía las peleas que había con baldosas. Era llamativo. Uno no siente que con las manos o el cuerpo puede llegar a ciertos extremos. Nunca lo tuve presente».

«Siempre éramos dos de los chicos que organizábamos los viajes, los otros eran colgados. Me daban la plata», contó. Aceptó que tenía un rol dentro de los ocho.

Luego, aceptó que se había emborrachado antes del asesinato de Fernando. «Yo no consumo drogas. Pero sí tomaba mucho alcohol, en exceso. Era mi manera de divertirme. Hoy no lo comparto, no veo que sea algo que me tenía que llenar. Si no no me gustaba salir. Mi necesidad era tomar algo para poder soltarme».

«Ya habíamos ido dos años anteriores a distintas casas, era tomar a la tarde y a la noche y salir. El plan inicial, íbamos y nos divertíamos. Tomar alcohol en la playa, hacer la previa y salir», explicó sobre las rutinas en las vacaciones.

Máximo Thomsen en Telenoche.Máximo Thomsen en Telenoche.

Entonces, volvió a la descripción del crimen. «Fue la segunda noche. Nos habíamos juntado con un grupo de chicas de Zárate. Cuando quisimos salir no podíamos, estaba todo colapsado. Nos quedamos en la casa con ese grupo. Al otro día nos levantamos tarde, dijimos ‘vamos a activar temprano porque si no nos va a pasar lo mismo’. Preparamos la heladerita y nos fuimos a la playa a tomar. Botellas de fernet y de Coca, algo así. Éramos diez. Tomamos mucho. Tipo tres habíamos llegado y a las siete decidimos cortar porque teníamos que comprar las entradas. Estábamos borrachos porque de las botellas no quedó mucho. Cuando compro las entradas, mandé un mensaje al grupo. Llegué con las entradas, habíamos hecho fideos con tuco, organizamos. Ya habíamos hablado con un grupo de chicas».

Más adelante, en la entrevista con Rolando Barbano, admitió que llegó borracho a Le Brique. «Lo que me acuerdo es que estaba agarrado de la barra, de espaldas de la pista. Siento que alguien se me había caído encima. Me doy vuelta, era Matías (Benicelli, otro condenado) que se estaba agarrando la cara, me dice ‘me pegaron’. Al toque lo agarra un seguridad. Yo le digo ‘bajalo que lo vas a matar’. Me dice ‘¿sos el amigo?’. ‘Sí’, le digo, y dice sáquenlo a él también. Después me enteré de que había sido Fernando el que le había pegado a él. Me enteré de que era porque Matías había estado separando a él con otra persona que nunca supe quién era. Estuvo separando y cuando le puso la mano en el pecho se ve que se siente amenazado y le pegó una mano en la frente», fue su versión. Recordar: en el juicio no hubo ninguna prueba de que la víctima hubiese agredido a uno de los rugbiers.

«A mí me pusieron que yo me pelee dentro del boliche. Yo nunca me pelee dentro del boliche», aseguró Thomsen».

Después, siguió con la descripción de la salida de Le Brique. «Cuando me agarran, yo me quiero bajar del brazo (del agente de seguridad). Yo nunca tuve ni contacto visual con Fernando».

Máximo Thomsen  

El llanto de Thomsen al recordar el asesinato de Fernando Báez Sosa

Luego, dio su argumento del gesto que hizo de pasar un dedo por la garganta, que se interpretó como un aviso de que se iba a vengar. «Cuando me sacan siento que me asfixian. Ahí me pegan dos piñas en las costillas, los de seguridad. Y ahí los insulto, porque no quería salir. Y ahí surge una pelea». Entonces, admitió que esa situación fue la que filmó Lucas Pertossi.

«Inmediatamente que se termina la pelea me dicen ‘ya fue, vamos’. Yo me doy vuelta y atino a cruzar para la calle. Ahí escucho que uno le estaban haciendo burlas. Me dicen ‘sí, es ese’. Veo un amigo metiéndose en una ronda de ocho personas, yo me metí». Y ahí aseguró que el que se burlaba: «Después me enteré que había sido Fernando», explicó, en un intento de instalar que Báez Sosa había provocado la pelea.

«Enzo (Comelli) le pega la primera piña a Fernando, porque era el que le había pegado a Matías. Le pegó y yo fui atrás a meterme en el grupo de personas. Yo siento una piña en el mentón y empiezo a meter patadas al aire. Después me enteré de que yo le había pegado a Fernando. No me voy a esconder de algo que pasó. Quise contar todo y no me dieron la oportunidad de contar. Siempre nos metían que no, porque sería contraproducente. Yo quería contar que había sido partícipe, pero que no fue mi intención», afirmó.

«Yo entré a tirar patadas, no tenía noción de lo que estaba haciendo, sí que me estaba metiendo en una pelea», aceptó Thompsen.

Después, el periodista le pregunta por una patada en la cabeza a Fernando Báez Sosa que quedó registrada en uno de los videos. «Yo no fui, fue Ciro (Pertossi), pero se comprobó que esa patada no se da, no llega a impactar. Siempre dijeron que esa persona fui yo y yo claramente no era». Esto, según la pericia que consta en el expediente, no fue así. Además, en la zapatilla de Thomsen había ADN de Fernando.

Y dio su versión sobre los abrazos que quedaron grabados tras la agresión a Báez Sosa. «No era como ‘yo le pegué a este’, nadie se representó el resultado. Jamás estuvo en la idea de ninguno. Yo me fui serio porque estaba enojado por haber estado 20 minutos en el boliche. Nosotros salimos a divertirnos, no a pelearnos», contó.

Thomsen durante la entrevista.Thomsen durante la entrevista.

Le recordaron que en su zapatilla había huellas de Fernando. «Sinceramente no recuerdo mucho. Yo solo entré pateando. Yo dije sí, es mía, no me quiero esconder. Quiero que si somos culpables me culpen por lo que pasó, no por lo que dicen que pasó».

«Estuve ahí, le pegué, nunca quise que termine así», sostuvo. Thomsen lloró en cámara en ese momento. «Es difícil, es un cargo de conciencia importante, uno no espera estas consecuencias. Una persona joven, fue por culpa de nosotros, mía, de todos. Pero nadie lo quiso así, nadie quiso que esto pasara. Jamás en la cabeza se nos puede cruzar, ninguno de nosotros quiso que eso pasara, es una vida, nadie es quien para quitarle la vida a otra persona», cuenta con angustia.

«Jamás se me representó que estaba muerto», afirmó.

«Al otro día me enteré de que estaba muerto. Cuando nos hicieron el allanamiento, nos decián ‘¿ustedes saben por qué estamos haciendo esto?’. Decíamos que no. Yo entré en conciencia en la comisaría, sentía que estaba en una pesadilla», siguió Thomsen.

«No me siento asesino. Es una palabra muy fuerte, la vi en muchos lados. Pensar que te comparan con gente que mata por matar, acá adentro cae gente así y se va a los dos años. A mí me nombran de la misma manera. El día que me atendió el asistente social en Dolores, me dice ‘qué harías diferente’. Yo digo volver el tiempo atrás para que una persona no pierda la vida», contó.

Las condenas

Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi son los que recibieron perpetua. Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi recibieron penas de 15 años de cárcel como partícipes secundarios.

Por tener perpetua, no podrían salir hasta cumplir 35 años de prisión, con la actual normativa legal.



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