rituales para la prosperidad y para alejar la envidia

Este 8 abril 2024 dos fenómenos astrales coincidirán en el cielo: la Luna nueva y el primer eclipse solar de la temporada, que será un eclipse solar en Aries.

Todos los eclipses se viven de una manera especialmente introspectiva: son fenómenos que nos invitan a mirarnos a nosotros mismos y a que reconozcamos nuestra dualidad para abandonar estructuras que ya no sirven.

Espectáculo astronómico tan imponente como fascinante, un eclipse total de Sol es, también, un evento astrológico fuerte e impactante que nos ofrece el cielo.

Ocurre que la gran influencia energética que tiene nuestro Astro Rey alcanza su máxima potencia y la pone a nuestra disposición para aprovecharla completamente.

Este eclipse solar en particular, nos abre la puerta a un tiempo ideal para reactivarnos y ponernos en acción en aquello que nos interese.

Es esencial, entonces, en este eclipse solar, pensar y planear qué modificaciones queremos para nuestra vida, cómo vamos a hacerlos, qué estamos dispuestos a cambiar y hasta dónde nos animamos a encarar lo nuevo que viene.

El eclipse solar se podrá ver, de manera total, en áreas de Estados Unidos, México y Canadá; y de, de manera parcial, en el oeste en Europa, zonas de América del Norte, zonas de América del Sur, el Pacífico, el Atlántico y en el Ártico.

El punto máximo del eclipse total será a las 18:17 (TU); 15:17 en Argentina y Chile; 13:17 en Colombia; 12:17 en México: 14:17 en Miami y Nueva York; 20:17 en España.

Mientras se está desarrollando el eclipse, preparamos un altar con una vela amarilla (o dorada); a su lado colocamos tres monedas, una copa de agua con sal y algún objeto personal dorado (puede ser un anillo, una hebilla, un botón, etc.).

Prendemos la vela y le pedimos al Sol, ese gran dador de abundancia, que nos traiga todo lo que nos merecemos.

Nos visualizamos envueltos en color dorado, pensamos lo que queremos lograr a nivel económico y laboral y le agradecemos al Universo todo lo que nos da y la posibilidad de conseguir aún más.

Cuando la vela se apaga, tiramos el agua con la mano izquierda en una maceta (o en un cantero con tierra) y llevamos con nosotros siempre el objeto personal y las monedas.

En una habitación lo más tranquila posible -lo ideal es que se realice durante el eclipse- prendemos una vela violeta (o morada) y la colocamos junto a una copa llena de agua con unas gotas de jugo de limón, una ramita de romero y una hoja de laurel.

Si tenemos, es muy bueno prender un sahumerio de sándalo para perfumar el ambiente.

Mientras la vela se quema, nos visualizamos iluminados por el Sol, envueltos en color dorado e irradiando una luz blanca brillante.

En ese momento, reflexionamos sobre todo lo bueno que queremos para nosotros, pensamos en los objetivos que deseamos conseguir y nos imaginamos felices y satisfechos rechazando todo lo malo que nos pueda llegar.

Cuando la vela se apaga, tiramos el agua en una maceta o cantero con tierra y quemamos el laurel y el romero para que, así, se lleven la energía pesada que nos rodeaba.