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29 de junio de 2024
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Espectáculos

Mi amigo robot, la sorpresa española candidata al Oscar


La primera película animada del español Pablo Berger busca dar el gran golpe el próximo 10 de marzo en los Premios Oscar, después de arrasar en la temporada de premios de Europa, para ganarles el trofeo de mejor película animada a Disney / Pixar, Netflix, Hayao Miyazaki y el Spider-verso del Hombre Araña.

Esta pequeña joya sin diálogos, pericia que el cineasta había demostrado tener hace más de una década en su adaptación en blanco y negro de Blancanieves a la Guerra civil española, se centra en la relación de un perro solitario que decide comprar un robot para que le haga compañía.

El cineasta decide unir, en esta especie de “bromance” (subgénero de la comedia masculina sobre los bordes de la amistad y el amor platónico), al animal conocido como “el mejor amigo del hombre” con la máquina utilizada para describir personas sin sentimientos, aquí llamados elocuentemente Perro y Robot, y así señalar la universalidad de su relato sobre las relaciones, más allá de su anclaje en la vista Nueva York de la década de los ’80.

Berger destaca cierta agresividad callejera neoyorquina de antaño, aunque brinda algún indicio de la futura gentrificación, y utiliza de entrada a las Torres Gemelas como una alegoría de la tragedia y la reconstrucción que vendrán. Mi amigo robot es una película que transita, a lo largo de las cuatro estaciones del año, la soledad, la construcción de vínculos, la separación que implica el retorno a la soledad (una nueva, más desoladora, que sobreviene a una pérdida) y la creación de nuevos vínculos, luego de varios traspiés en un camino lleno de baches.

Un perro solitario decide comprar un robot para que le haga compañía.Fotos CinetopiaUn perro solitario decide comprar un robot para que le haga compañía.Fotos Cinetopia

Tal vez el problema más grande de la película de Berger reside en que el grueso de la narración está enfocada en esos tropezones que tienen Robot y Perro luego de la separación forzada que sufren y en sus constantes sueños de un reencuentro. Mi amigo robot se siente estirada a partir de esa repetición, más allá de que el cineasta consigue algunos gags brillantes y aprovecha para hacerle guiños a las coreografías de El Mago de Oz, Buster Keaton, Charles Chaplin e incluso Jacques Tati.

Los niños, tal vez desorientados

La vistosa animación, inspirada en la novela gráfica de 2007 de Sara Varon, parece una especie de BoJack Horseman, repleta de animales antropomorfos, pero en una versión candorosa y sensible, apta para todo público, como si se tratara de una historieta infantil de Liniers. Lo curioso es que los niños tal vez se sientan apenas desorientados por no alcanzar a procesar esa melancolía que invade Mi amigo robot.

Berger destaca cierta agresividad callejera neoyorquina de antaño, de los años '80.Berger destaca cierta agresividad callejera neoyorquina de antaño, de los años ’80.

El himno disco de Earth, Wind & Fire September sirve como leitmotiv y, si bien al principio parece evocar apenas la época del año en la que Perro y Robot deciden embarcarse en un fatídico viaje a la playa de Coney Island, enseguida se transforma, gracias a su letra con el inolvidable Do you remember…, en una oda a la nostalgia.

Pablo Berger les regala a Perro y Robot un ansiado final feliz, pero uno distinto al acostumbrado por las animaciones para chicos que se estrenan. Mi amigo robot subvierte el tradicional “fueron felices para siempre” en un mucho más sano y real “siempre se puede ser feliz”.

Animación. España / Francia, 2023. Título original: «Robots Dreams». 103’. ATP. Dirección: Pablo Berger. Salas: Hoyts Abasto, Cinemark Palermo, Multiplex Belgrano, Cinépolis Recoleta, Showcase Norcenter.



Fuente Oficial