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Mendoza
29 de junio de 2024
FM Del Condado
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Policiales

la angustia de la mujer a la que le quisieron robar en Barracas


Dos delincuentes armados. Una mujer que llega a su casa en el barrio porteño de Barracas con su hijo autista dentro del auto. La amenaza, los gritos, la angustia y un policía de franco que actúa. Un fuga trunca, un delincuente muerto, y una madre al borde de la desesperación que agradece.

«Tenía a uno de los delincuentes prácticamente encima mío y al otro cerca del auto. Me sacó las llaves, se metió al vehículo, y ahí se generó toda la situación porque gritábamos», comienza a recordar Susana, la mujer que fue asaltada este jueves por la noche en la calle Perdriel al 1.300.

«Yo gritaba, mi hija también desesperada. No podíamos sacar al nene del auto porque le ponemos traba para niños, justamente por seguridad por él», explica sobre Juan, su otro hijo de 25 años que tiene autismo y TGD (trastorno generalizado del desarrollo), no se comunica con los demás. Estaba adentro del auto y había quedado completamente indefenso en la situación.

La mujer contó que llegaban todos de ver a su madre, que está internada. Habían hecho unas compras con su hija y, en una distracción, se toparon con los delincuentes al bajar del auto. «El que me abordó a mi estaba armado, de unos 15, 16 años», recordó en diálogo con la prensa, desde la puerta de su casa donde ocurrió todo.

Todo sucedió en un instante. «‘Te voy a quemar, te voy a quemar. Dame todo’, me dijo. Lo único que tenía era la llave del auto. ‘Tomá, llevatelo, pero dame a mi hijo’. Y no, se subió y se fue«, agrega, todavía conmocionada por el recuerdo de lo vivido.

Fue en ese momento que un agente de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, que estaba de franco, observó la situación y actuó, trabándose en un tiroteo con ambos delincuentes e hiriéndolos. Uno quedó tirado en el asfalto con una herida en el abdomen, pero el otro subió al vehículo y escapó, con el hijo de Susana adentro.

Cuenta la mujer que estaba desesperada porque en su mente lo único que quería era recuperar a su hijo. En medio de esa desesperación, fue corriendo a buscar al delincuente que había quedado tirado en la calle. Lo sacudió y le dijo «Dónde está mi hijo, decime adónde se lo llevó, hablá con tu compañero«.

«Te voy a matar, te voy a matar si no aparece mi hijo», siguió. Para ese entonces, no se había dado cuenta que su hijo estaba herido. Ella tenía las manos ensangrentadas y no sabía por qué.

Robo y tiros en Barracas. Foto: Luciano ThiebergerRobo y tiros en Barracas. Foto: Luciano Thieberger

El delincuente intentó escapar a toda velocidad, pero a los pocos metros, en Vélez Sarsfield e Iriarte, chocó contra otro vehículo. Sobrevivió al impacto y se bajó del auto caminando, pero a los pocos metros se desplomó y cayó muerto en plena calle.

Susana menciona en diálogo con la prensa que, además del susto, su hijo sufrió algunas consecuencias: «Lamentablemente se fracturó la nariz. Tiene la cara muy hinchada, escoriaciones en la frente, en las mejillas, y le van a tener que colocar una férula por la fractura».

Hacia el final de su testimonio, dejó un mensaje para el policía que intervino en el hecho. Es vecino del barrio y se lo cruza cuando sale a hacer las compras. Sin embargo, hasta este mediodía no conocí su nombre.

«Inmensamente gracias. Lo admiro porque cumplió con su deber. Fue valiente, porque no cualquiera tiene esa valentía. Si los delincuentes están armados él también se está jugando la vida. Se jugó la vida por mi hijo, y por nosotros«, concluyó con la voz quebrada al rememorar la angustia de una noche para olvidar.



Fuente Oficial