En un par de horas, dos momentos sacudieron al fútbol mundial. Puede sonar exagerado, claramente, pero sin dudas que la salida de Jüergen Klopp marcó un hito en la Premier y más que nada en el Liverpool. Un DT que deja huella y que mostró en su adiós lo que fue sembrando durante nueve años, con los fans y con sus jugadores. Y hasta con familiares de sus dirigidos, como los Díaz (padres del colombiano Luis) enviándole a la distancia un mensaje de reconocimiento.
Klopp trascendió más allá del juego y del 4-3-3 que impuso en ese Liverpool al que llevó a estar entre los equipos top. Por su forma de ser y de sentir el fútbol, se demostró como un animal competitivo pero con sensibilidad. Con la misma emoción que lo atraviesa, se despidió a sus jugadores en el vestuario, diciéndoles un ‘I love you’, y dejándoles conceptos que van más allá de los de un simple técnico. De un conductor de 56 años que construyó un gran team que ganó Champions y fue campeón del mundo. Que potenció a jugadores que le dieron una valoración que genera satisfacción. De Salah hasta Mac Allister, quien lo tuvo solo un año y dijo: “Un honor aprender y crecer bajo tu liderazgo. Hacer un gol en tu último partido lo llevaré siempre en mi corazón”.
Lo que recibió Klopp refleja el legado, con el altruismo de ponerse a cantar, y hacer cantar a los hinchas, el nombre de su sucesor, Eso fue el domingo, y 48 después otro alemán se va a lo grande, en la previa de otra final de Champios. Kroos, el volantazo del Madrid, el de un pase no look en la semi, anunció que se retira post Euro. Y los mensajes de colegas emocionan, como el de Vinicius: “Gracias por cada pase, por cada orientación y por permitir aprender tanto en estos años. ¡Te amamos!. Y otro sudamericano también ‘lagrimeó’, Fede Valverde: “Ese niño fui yo. Ese niño cumplió su sueño y jugó con el que siempre tuvo de ídolo”.
Klopp y Kroos (34 años), dos despedidas perfectas. Saber decir adiós también es de grandes.