El Gobierno confirmó este jueves que no prorrogará las sesiones extraordinarias del Congreso que el presidente Javier Milei había convocado hasta el 15 de febrero mientras negociaba con la oposición por el tratamiento de la “ley ómnibus”.
«Las sesiones extraordinarias no se van a extender y se va a cumplir con el cronograma estipulado”, anunció el vocero presidencial, Manuel Adorni, al ser consultado por la posibilidad de que continúe la actividad parlamentaria luego de lo que fue el frustrado debate por el proyecto «Bases para la libertad de los argentinos».
A su regreso de la gira por Israel e Italia, Milei tomó la decisión de replantear la estrategia legislativa y optó por esperar a la apertura de sesiones ordinarias del 1 de marzo para avanzar con una agenda de temas que el Ejecutivo necesita en el corto plazo.
Uno de ellos es un proyecto que modifica el Código Penal respecto de la prevención y represión del lavado de activos, la financiación del terrorismo y el financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva. La iniciativa, aprobada en Diputados, volvió en revisión al Senado, donde durante el mes de enero fue tratado en comisión y obtuvo dictamen, por lo que está listo para ser discutido en el recinto.
El oficialismo necesita que se apruebe el proyecto antes del 3 de marzo, cuando las autoridades del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) visiten la Argentina para realizar la cuarta ronda de evaluación. Se trata de una evaluación que el organismo hace sobre el progreso de sus miembros en la implementación de las medidas necesarias para combatir los delitos que persigue.
Sin embargo, la Casa Rosada decidió dejar pendiente el debate para el período ordinario. La decisión de no reabrir el Congreso fue exclusiva de Milei, quien busca desinflar la expectativa de la oposición de avanzar con el debate del capítulo fiscal que había sacado de la «ley ómnibus» para tratar aparte.
En el Gobierno entienden que la posibilidad de que la oposición, entre el kirchnerismo y una parte de lo que fue Juntos por el Cambio, una fuerzas por pedido de los gobernadores y busque imponer el tema para tratar de recuperar fondos luego de lo que fueron los cambios que promovió durante la campaña presidencial el ex ministro de Economía, Sergio Massa.
«De esta manera tenemos 15 días para replantear nuestra estrategia y que no nos sigan jodiendo», fue la dura definición que se escuchó al respecto en los pasillos de Casa Rosada.
Una curiosidad: el tema ya había sido definido de antemano por Milei. Tanto es así que en la reunión de Gabinete, de la que el Presidente se ausentó por quedarse en la Quinta de Olivos siguiendo «una agenda de trabajo», ni siquiera se debió discutir.
En ese sentido, el Gobierno también descartó convocar a los gobernadores, tal como pidió un grupo, con el cordobés Martín Llaryora.
«Nosotros tenemos diálogo abierto con cada uno de los gobernadores que quiera dialogar con el Gobierno. Pero no hay que convocar a nadie, simplemente el diálogo está abierto de manera permanente, especialmente a través del ministro del Interior, Guillermo Francos», se excusó Adorni.