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Mendoza
27 de julio de 2024
FM Del Condado

Después de casi de tres años de sequía, el fenómeno climático de El Niño traería el tan esperado alivio.

Durante las próximas semanas las temperaturas del océano Pacífico se mantendrán por encima de lo normal y el fenómeno de El Niño tendrá un rol fundamental. Por ello, la atmósfera comenzará a responder a ese calentamiento, según estimaciones del Servicio Meteorológico Nacional de la Argentina. Los chubascos se extenderán por varios meses y eso nos brindará meses de primavera y verano con intensas precipitaciones pluviales.

Según se desprende de los últimos informes elaborados por el Buró de Meteorología de Australia, existe una probabilidad del 95% de que El Niño se mantenga hasta marzo de 2024.

Sin embargo, cabe destacar que ninguna corriente de este tipo es igual a otra, ya que los océanos están cada vez más cálidos y eso altera los impactos esperados. De hecho, la intensidad de El Niño sólo ha ido en aumento en los últimos 50 años.

El déficit de lluvias que soportó nuestra región entre 2020 y 2023 sería revertido con creces en el próximo período estival. Desde noviembre próximo tendremos caídas de agua por encima de lo normal en el litoral argentino, norte de la región pampeana y extremo de la Mesopotamia. En el otoño, con la posible finalización de este evento, habría una retracción de las tormentas y los peligrosos diluvios.

Esta situación sería beneficiosa para la agroindustria de nuestro país luego de varias temporadas con extrema sequedad y graves pérdidas tanto para la cosecha fina como la gruesa.

Consultado por Carbono.news, el doctor Alpio Costa, investigador del Instituto Antártico Argentino, describió: «La Administración Atmosférica y Oceánica de los Estados Unidos declaró recientemente de manera oficial la llegada de El Niño a nuestras tierras. Esta fluctuación obedece a un fuerte aumento en la temperatura superficial del Océano Pacífico a la altura del Ecuador. Cuando los registros marinos de esa zona se hallan por encima de la media tendremos mucha evaporación y eso generará grandes lluvias en tierra firme. Cuando esos mismos registros están por debajo de la media, soportamos el estrés hídrico de La Niña, ya que la evaporación es mucho menor».

El prestigioso climatólogo agregó: «En Argentina, las zonas más afectadas serán las ubicadas en el Noreste del país. Cabe destacar que todo comenzó a cambiar en julio pasado, cuando se detectó un debilitamiento en los vientos Alisios que suelen golpear al Pacífico Ecuatorial. El pico del calentamiento que acompaña al Niño llegaría hacia fin de año. El verano 2024 llegará asociado a chaparrones muy por encima de lo normal. No hay que descartar la posibilidad de aguaceros extremos. Debemos estar preparados para enfrentarlos».

Fuente: https://www.diariouno.com.ar/