Cuidados para hacer que los esquejes de albahaca crezcan

Cultivar albahaca a través de esquejes es una tarea accesible y sencilla para entusiastas de la jardinería, aunque se necesitan ciertos cuidados para que estos crezcan saludables.

La albahaca (ocinum basilicum) es una planta anual -o de temporada- originaria de la India, Persia, Irán, Pakistán y otras regiones tropicales de Asia. Se trata de una de las plantas aromáticas preferidas en la cocina, así como también un gran condimento para diferentes platos.

Se puede reproducir la albahaca por esquejes a partir de otra albahaca que tengamos en una maceta o en la huerta.

1. Hay que cortar algunos tallos laterales de al menos unos 10 cm de longitud, quitarles las hojas de la parte baja y ponerlos en un vaso con agua limpia. Se deja el vaso con los esquejes en una zona luminosa (sin sol directo) y cálida.
2. Se debe cambiar el agua con frecuencia (diariamente o cada dos días) para evitar que se llene de microorganismos.
3. Puede añadirse algún enraizante, como por ejemplo el que se elabora con lentejas germinadas o uno comercial, aunque esto no es necesario y los esquejes enraizarán de todas formas.
4. Una vez que las raíces alcanzan un buen tamaño y son numerosas, se pueden sacar los esquejes del agua y plantarlos en una maceta o directamente en la tierra. En la primera semana se deben proteger del sol.

• La albahaca necesita mucha luz. Por ello, una planta de albahaca puede crecer adecuadamente en un jardín, en una terraza o en el interior de una casa que disponga de suficiente luz natural.
• Sufre con el viento y el frío. Por lo que se deben evitar las corrientes y, muy especialmente, las heladas.
• Requiere una tierra rica y que permanezca mojada continuamente.

La albahaca crece entre los 20 y 30 días luego de ser sembrada, durante esta etapa nacen las primeras hojas. En el verano suele desarrollarse más y crece de manera abundante es el momento de cortar esquejes si se desea.

Cuando termina el verano la planta de albahaca se va espigando y nacen flores, es el momento donde hay que cortarlas para cocinar y cosechar la planta entera.

Al florecer la planta, las hojas de albahaca pierden vitalidad y sabor, por eso es ideal cultivarla antes de que esto pase.