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30 de junio de 2024
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El Mundo

Cuál es la mejor hora para desayunar y cenar, según el reloj biológico


El reloj biológico incide en una gran cantidad de funciones del organismo. Una de las más conocidas es la de regular los horarios de sueño. Pero ahora también se sabe este biorritmo determina los momentos más favorables para desayunar o cenar.

Como explica una nota del sitio CuidatePlus, un nuevo estudio indica cómo influyen las horas de la cena y el desayuno en la salud cardiovascular.

El mensaje clave: las personas que cenan y desayunan temprano tienen menos posibilidades de problemas cardiovasculares.

Además, un ayuno nocturno prolongado actúa como seguro de salud. Aunque, a modo de aclaración, el estudio afirma que considerar el almuerzo como primera comida del día no será beneficioso.

Tomar el desayuno temprano, una decisión a favor de la salud Foto Shutterstock.Tomar el desayuno temprano, una decisión a favor de la salud Foto Shutterstock.

Estas teorías derivan de un trabajo realizado por un equipo del Instituto de Salud Global de Barcelona y la Universidad de la Sorbona de París, entre otras instituciones, y publicado en la revista Nature.

Para el relevamiento, se tomaron los datos de más de 100.000 adultos. A todos ellos, se les pidió que informaran los horarios de sus comidas y su composición.

Luego se realizó un seguimiento durante siete años sobre la incidencia de las enfermedades cardiovasculares que desarrollaban esas personas. Finalmente, se utilizaron modelos estadísticos para relacionar los horarios de comida de los participantes con patologías vasculares cardíacas y cerebrales.

A qué hora desayunar o cenar

Los resultados del estudio, de acuerdo a la información de CuidatePlus, indican que realizar la primera comida después del mediodía está asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, con un aumento del 6% por hora de retraso.

Además de la comida saludable, es importante buscar los mejores horarios.Además de la comida saludable, es importante buscar los mejores horarios.

Un ejemplo: una persona que come por primera vez a las 9 de la mañana tiene un 6% más de probabilidades de desarrollar una enfermedad cardiometabólica -como un aumento de la presión arterial o una mayor inflamación- que otra que come a las 8.

Por otro lado, realizar la última comida después de las 9 de la noche está asociado a un aumento del 28% del riesgo de padecer enfermedades cerebrovasculares, como el ictus, en comparación con comer antes de las 8 de la noche. Esta estadística es especialmente más marcada para las mujeres.

Además, esta última comida tardía puede vincularse a una hemoglobina glicosilada más alta, que constituye un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares.

Las ventajas del descanso digestivo

Otro dato relacionado con la investigación indica que la mayor duración del ayuno nocturno, que es el tiempo transcurrido entre la última comida del día y la primera del día siguiente, también está relacionado con un menor riesgo de enfermedad cerebrovascular. Esto respalda la idea de realizar la primera y la última comida del día más temprano.

La siguiente conclusión es que comer durante la fase de descanso del cuerpo, cuando los niveles de la hormona del sueño -la melatonina- están altos, podría conducir a desarrollar intolerancia a la glucosa y a niveles más altos de azúcar en sangre.

Con estos resultados, la sugerencia es, más allá de una buena alimentación, adaptar las rutinas lo más posible a estos parámetros.



Fuente Oficial