Causa y efecto de la ausencia de Dybala en la prelista de la Copa América :: Olé

Es un ausencia de impacto. Pero al mismo tiempo, con razones que amortiguan el ruido. Claro que llama la atención que Paulo Dybala, un nombre de peso, no está en la prelista de la Selección que Lionel Scaloni hizo oficial de cara a la Copa América. Pero al mismo tiempo, puertas adentro, era una opción que estaba en los planes, que era probable y que, finalmente, ocurrió. ¿Esto lo descarta de plano para Estados Unidos 2024? No, pero de mínima lo pone con un pie y medio afuera.

Por empezar, no hay en esta decisión una cuestión física. Si bien el domingo Paulo encendió las alarmas porque salió del partido ante el Genoa a 29 minutos de su ingreso, luego el DT del equipo romano, Daniele De Rossi, confirmó que había sido una variante táctica, ya que se habían quedado con uno menos por la expulsión de Paredes (uno que sí una fija para la Copa América).

Por lo tanto, la de Scaloni y su cuerpo técnico es una determinación futbolística, que en principio está anclada en la lucha mano a mano que la Joya tiene con Alejandro Garnacho, quien parece haberle ganado esa pulseada: el jugador del United sí está en la lista y es una de las grandes apuestas a futuro de la Selección.

Entre esas apuestas, otro que figura en la nómina es Valentín Carboni. El volante del Inter, que también podría disputar un lugar entre los ofensivos, es una de las debilidades de Scaloni. De hecho, el DT de la Selección podría hacer con él lo que en algún momento hizo con Julián Álvarez, en la Copa América 2021: meterlo en una competencia oficial como proceso y proyecto de cara a la Selección que se armará para el Mundial 2026. Igualmente, tampoco el jugador del Inter tiene un lugar asegurado.

Entre los jugadores que potencialmente pueden ocupar lugares que le quiten chances definitivas a Dybala, también está el regreso de Angelito Correa, quien no había sido citado en la última gira por Estados Unidos. Por lo que queda claro que la lucha de la Joya tiene otros competidores, más allá de su mano a mano con Garnacho.

En todo caso, si sorprende su baja, es porque Paulo viene teniendo un buena actualidad en la Roma. En la temporada, contando Serie A, Europa League y la Copa Italia, lleva 16 goles en 38 partidos (un promedio altísimo, de 0,47 por encuentro), más diez asistencias. Demás está decir que es uno de los jugadores claves del equipo de Daniele De Rossi.

Más allá de su presencia en la Copa del Mundo, Dybala nunca tuvo continuidad destacada en la Selección. No, acorde a su jerarquía. A Qatar, de hecho, también llegó tocado en lo físico al punto que recién pudo estar en condiciones de jugar en la semi contra Croacia, cuando entró 17 minutos. Es cierto, luego en la final tuvo su gran aporte. Ingresó en el segundo tiempo suplementario, la reventó cuando Mbappé enfilaba para el arco de Dibu Martínez con chances de marcar el cuarto y luego, convirtió su penal en la definición. Pero siempre fue así: apariciones en envase pequeño.

Al Mundial llegó, claro, por su jerarquía. Scaloni entendió, en ese momento, que Paulo era de esos jugadores que podían, en una competencia tan corta, cambiar la ecuación con su ingreso en pocos minutos, como pasó en la Finalissima ante Italia. En esa definición, entró a los 45′ del ST y cuatro minutos después marcó el 3 a 0 definitivo con el sello de su calidad.

Sin embargo, fue inconstante en su andar en la Selección, siempre con algunas lesiones que le fueron sacando presencia y continuidad. De hecho, nunca pudo terminar de ganarse un lugar en el equipo, a pesar de ser una figura top en el fútbol italiano.

En la última gira por Estados Unidos, incluso, una vez más se tuvo que bajar por una lesión muscular y tampoco pudo viajar a los amistosos contra El Salvador y Costa Rica. Ahora, quedó afuera de la lista preliminar de la Copa América por decisión del DT. Y si bien todavía tiene chances y tiempo de sumarse, meterse en la nómina definitiva parece ser más difícil que estar adentro y luego ser parte del corte. Más teniendo en cuenta cómo se maneja Scaloni con los jugadores. Y todavía más, con aquéllos que lo llevaron a la gloria eterna.