René Descartes fue un filósofo, matemático y físico que ayudó a terminar con los dogmas ideales de la Edad Media, y también fue pionero en intentar explicar las funciones corporales en base a las leyes de la mecánica. ¿Qué dijo sobre el alma y el cuerpo?.
Descartes nació en Francia en el año 1596 y murió casi a los 54 años en 1650. Es también considerado el padre de la geometría analítica y la filosofía moderna, y uno de los protagonistas en el umbral de la revolución científica.
Su pensamiento se construye en base a la razón, que es el único método confiable para adquirir conocimientos, rompiendo así con el pensamiento medieval. Modeló el llamado «Método Cartesiano«, que consistía en el escepticismo metodológico, dudar de cada idea que puede ser dudada.
«Pienso, luego existo» o «Porque pienso, existo», la frase más famosa de la filosofía de Descartes. Foto: PexelsLa influencia de Descartes en las ciencias y matemáticas es evidente aún hoy en día, con contribuciones aún estudiadas en universidades de todo el mundo.
Qué dijo Descartes sobre el alma y el cuerpo
Para este filósofo existen dos sustancias diferentes, el cuerpo (res extensa) y el alma o «mente» (res cogitans). Este dualismo esencial implica que el cuerpo es la extensión y el alma o la mente es el pensamiento. El cuerpo es espacial, el alma no.
Estableció así un teoría antropológica dualista que distingue entre el alma y el cuerpo que se traduce en una de sus formulaciones más célebres: «Pienso, luego existo«. Para Descartes, el ser humano existe y es una sustancia pensante y espiritual, y parte de esta premisa para elabora toda su filosofía.
Pintura de René Descartes. Foto: archivo.El cuerpo es un mecanismo que puede ejecutar muchas acciones sobre sí mismo sin la intervención del alma. El alma es pura sustancia pensante que puede, pero no siempre, regular el cuerpo. Para él son sustancias independientes e irreductibles entre sí.
Entonces, el cuerpo humano es esencialmente una máquina, funcionando de acuerdo a leyes mecánicas como un autómata perfeccionado. Esta máquina está «habitada» por un alma que, además de generar los movimientos voluntarios, no tiene conexión con las operaciones corporales.
En el marco de sus investigaciones científicas en torno al cuerpo humano, elaboró esta fisiología mecanicista que hoy se conoce como la concepción del «hombre-máquina». Para ello, el funcionamiento del cuerpo humano era explicado prescindiendo del alma.
«Pienso, luego existo»: qué significa
En latín la frase es «cogito ergo sum», que constituye el planteamiento filosófico de Descartes, el cual se convirtió en el elemento fundamental del racionalismo occidental.
En castellano puede traducirse también como: «Pienso, por consiguiente soy« o «porque pienso, soy«, ya que normalmente la traducción «pienso, luego existo» puede malentenderse. Descartes llega a la conclusión de que pensar es una prueba de la preexistencia del ser (no se puede pensar sin antes existir) y no que la existencia es una consecuencia del pensamiento.
La certeza de que pienso lleva a la certeza de mi propia existencia (como ser pensante), que es algo indudable. Esto es algo absolutamente cierto y a partir de lo cual se pueden establecer nuevas certezas.
Este es el punto de partida por el que Descartes pretendía demostrar la existencia de otras cosas, a partir del reconocimiento de nuestra propia existencia. El alma que piensa «habita» el cuerpo mecánico, la extensión.
