La cárcel no suele detener el negocio de los narcos. Por más controles y aislamientos a los que se lo sometan ellos encuentran la manera de seguir administrando su poder, en parte porque también de eso depende su supervivencia.
Este es el caso de los capos rosarinos y particularmente de Ariel Máximo «Guille» Cantero (35), a quien el juez federal de Morón Jorge Rodríguez acaba de procesar por el delito de trafico de estupefacientes agravado por usar a un menor de edad ( su hija) y por ordenar atentados contra jefes del servicio penitenciario federal para amedrentarlos.
El fallo incluye un embargo de 50 millones de pesos para el lider de Los Monos y el procesamiento de su entorno intimo: Uriel Luciano Cantero (su sobrino, hijo de «El Pájaro»), que está preso y quien también se le impuso un embargo de 50 millones, Debora Rivas- miembro de su banda y de su familia- y Triana Cantero, su hija, de solo 18 años, detenida por drogas en marzo en Rosario.
De acuerdo al fallo del juez Rodríguez, Cantero seguía dando ordenes desde la cárcel gracias a un sistema de triangulación de llamadas. Así lo demostraron escuchas que los fiscales Sebastián Basso y Diego Iglesias, de la PROCUNAR, le presentaron al juez Rodriguez. Por eso hace unas semanas este ordenó que se les suspendieran las visitas y se cortara cualquier contacto telefónico con el exterior.
La orden de Rodríguez impulsó dos resoluciones firmadas por la Ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich, que sumó a Esteban Alvarado al aislamiento extra y limitó a una vez por semana (y solo 20 minutos) las comunicaciones de los 70 presos considerados de alto riesgo.
Los trucos
«Hecha la ley, hecha la trampa». Esta es la máxima en la que navegan muchos capos narco. Los trucos usados por Cantero para triangular llamadas o hacerse de celulares originaron hace apenas unas semanas que el Ministerio de Seguridad de la Nacion restringiera an mas sus comunicaciones.
Declarado formalmente preso de «Alto Riesgo» a principios de 2024 -tras la promulgación de un nuevo protocolo penitenciario-, hace cuatro meses a Cantero se le restringieron al mínimo las llamadas telefónicas y las visitas.
Pero aun así logró colar sus órdenes.
Según descubrió la Justicia, lo hizo muchas veces a través de su hija Triana (18) triangulando las llamadas que tiene autorizadas. La usó como canal al menos hasta que fue detenida por narco, el 7 de marzo pasado.
“Pasale el número este a los locos, el de Triana… decile que llame por línea y que le pregunte si saben unir y si saben unir decile que la llame y que diga que yo cuando apenas estén yo la llamo y me pueden unir… pero tratá de explicarle, porque te va a decir cómo es unir… que directamente me haga hablar con ellos… yo no quiero hablar con ella”, le dice «Guille» a su pareja, Vanesa Barrios (39), en una charla de fines de 2023 captada por la Justicia.
«Se observó la utilización del mecanismo de triangulación de llamadas basado en que, una vez iniciado el llamado, el contacto habilitado une a terceras personas a la comunicación y habilita la interacción de Máximo Ariel Cantero con sujetos excluidos del listado de abonados con quien tiene permitido conversar», sostiene el dictamen enviado al juez Rodríguez por los fiscales Sebastián Basso y Diego Iglesias.
Algunas escuchas son del año pasado, cuando Cantero vivía con restricciones pero aún no se había puesto totalmente en práctica el protocolo para presos de «Alto Riesgo», que entró en vigencia en enero con la administración de Patricia Bullrich como ministra de Seguridad de la Nación.
Pero también hay comunicaciones trianguladas de fines de enero donde Cantero manda a vengar el ataque a tiros sufrido por un padre y su hijo que supuestamente le responden: «Hay que buscar a esos hijos de puta (…) Le busco enseguida decile vos, que él los guíe nomás (…) Yo le presento a alguien, que él los guíe sino no hay problema (…) De mientras voy pensando a quién. Pero que se quede tranquilo que para mañana ya se lo mando”, dice por el teléfono «Guille» desde el complejo de Marcos Paz.
A la triangulación y llamadas en grupo se suma la dificultad de frenar el ingreso de celulares, cada vez mas pequeños, a las cárceles. En esta oportunidad, los fiscales le imputan a Cantero seguir con maniobras de narcotráfico e, incluso, haber ordenado un atentado contra la cárcel de Marcos Paz como represalia a su sistema de aislamiento: fue el 13 de octubre de 2022 cuando desde un auto dispararon 12 veces (cuatro balas impactaron en la garita de control).
Dice el dictamen: «Nótese que a lo largo del presente trámite valoramos distintas modalidades pergeñadas para el ingreso ‘intramuros’ de dispositivos electrónicos mediante visitas, encomiendas, y en varios casos con connivencia penitenciaria, tales como el uso de termos, pavas y ollas adulteradas, ‘ranas’, mujeres embarazadas o que simulan estarlo, para sortear el control por rayos X».
Los fiscales rescatan una conversación entre Guille y “Gorda Sole” (uno de sus contactos permitidos en determinado momento), quien en dos oportunidades agregó a la llamada a un hombre llamado “El Bigote”.
Entonces «Bigote» le dice a Cantero: “Le dije que me avise, si quiere que me avise, le puedo fabricar algo que le puedan dejar entrar, que me avise. Tengo un amigo que me fabrica cualquier cosa, un horno, lo que ustedes quieran. En un sartén, en lo que ustedes me digan, no hay problema, le buscamos la vuelta, trabaja con aluminio, hace rosca en lo que ustedes quieran, lo que vos quieras”.
No es la primera vez que Cantero burla los controles (o lo intenta). Preso desde junio de 2013, cuando se entregó a las autoridades, siempre se las ingenió para impartir sus directivas. Recién a fines de 2021 quedó semi aislado cuando se comprobó que continuaba manejando su negocio de drogas y extorsiones desde la cárcel.
Entonces se le armó un pabellón sólo para él. Pero al parecer ni esto ni el protocolo impuesto por Bullrich logra neutralizarlo.
Según el nuevo protocolo, los presos de alto riesgo sólo pueden llamar por teléfono fijo a tres personas previamente aprobadas por la Justicia y el SPF. Todas deben ser de su entorno más estrecho y solo pueden hablar con ellas media hora a la mañana y media hora ala tarde.
Un software elaborado por el área de informática del SPF (bautizado con el apellido del penitenciario que lo ideó) controla que el preso no marque otro número y, si lo hace, interrumpe la comunicación.
Hace unos meses a «Guille» Cantero se le ocurrió declararse bisexual y poliamoroso para extender su lista de contactos. El razonamiento de Cantero fue simple: a más preferencias sexuales, más posibilidades de engrosar la lista de contactos estrechos.
Con su madre y su esposa en prisión domiciliaria, el líder de Los Monos tenía anotados para comunicaciones y visitas a un tío, una tía y a uno de sus hijos. Por escrito, solicitó sumar a dos novias y un novio.
Eso también quedó grabado en una charla triangulada, fechada el 14 de febrero de 2024.
Dice «Guille» en cuanto a las restricciones del protocolo para «presos de alto riesgo» en una charla con una mujer: “El tema es que me dijeron que no, que no puede ingresar más nadie… ni amigos ni parientes, nada de eso … familiar directo nada más… y yo le digo bueno pero escuchá y si entonces yo te declaro que le mando al jefe de visita diciendo que yo, ponele, doy de baja el vínculo que tengo con Vanesa Barrios (NDR: la esposa) y que yo soy bisexual, nada más que bueno, que antes no lo decía porque no había necesidad porque me dejaban ingresar a personas que yo quería que no había problema».
«Qué hijo de puta jaja. ¿Cómo te inventas esas cosas? No te queda otra que pensar y está bien igual”, le contesta su interlocutora.
Su plan fracasó. No le autorizaron la lista extendida. Entonces recurrió al método de la triangulación de llamadas. Habló con gente que está libre, habló con gente que está en prisión domiciliaria, habló con otros presos… habló con quien quiso.