El diputado de Sumar y dirigente de los ‘comunes’, Gerardo Pisarello, ha manifestado su «repudio» ante la próxima visita del presidente de Argentina, Javier Milei, al festival Viva 24 que organiza Vox, y ha pedido no centrarse en las palabras «frívolas» del ministro de Transporte, Óscar Puente.
En rueda de prensa en el Congreso, ha justificado que las declaraciones de Puente, que motivaron el conflicto con el Ejecutivo argentino, se produjeron en un ámbito «distendido» y que si algo se le puede acusar al ministro es de «cierta frivolidad».
Eso sí, ha desgranado que el comunicado oficial emitido por la Presidencia de Argentina le cuesta «pensar que no se hubiera producido de todas maneras» y que la controversia con Puerte «puede haber sido la excusa».
«Un comunicado de esas características parece redactado de puño y letra por José María Aznar o por Santiago Abascal, me parece a mí que estaba pensado de antemano y que iba a salir en cualquier momento, como ya salió en otras barbaridades que Milei dijo», ha ahondado.
Así, ha puesto el foco en el contenido de las políticas de Milei y no en su «extravagancia», puesto que se basan en la «destrucción de lo público» y en beneficiar a los «grandes especuladores». No obstante, ha augurado que el pueblo argentino comienza a despertar a tenor de las protestas universitarias y de los trabajadores contra su gestión.
Por tanto, Pisarello ha expresado su «rechazo explícito» a la presencia del presidente argentino, Javier Milei, en España en el acto de Vox, que ha tildado de «fiesta neofranquista» y enmarcado en una «internacional reaccionaria».
PODEMOS TILDA A MILEI DE «ANARCOCAPITALISTA»
«Niega por igual los crímenes del franquismo como los de la dictadura de Videla en Argentina. Y predica la motosierra con los más débiles pero está vinculada a los grandes fondos buitre y a los sectores más especulativos y extractivistas del capital financiero», ha añadido el diputado.
Mientras, el coportavoz de Podemos, Javier Sánchez Serna, ha desdeñado que el presidente argentino es otro «peón» del neoliberalismo, contra él que se está movilizando su propio pueblo, y que le importa «muy poco lo que pueda decir un anarcocapitalista» como Milei.