Alimentación y salud guardan un vínculo cada vez más estrecho, razón por la cual qué comemos resulta de vital importancia. En este contexto, aparece la mashua negra, un superalimento lleno de vitaminas y nutrientes al que consideran oro negro andino.
«Es imprescindible seleccionar de forma adecuada los alimentos que vamos a sumar a nuestra dieta diaria, acompañada de actividad física y otros cambios de hábitos«, explican desde Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Por tal razón se persigue como objetivo prevenir enfermedades o combatir aquellas presentes, para llevar una mejor calidad de vida.
Así surge en el amplio menú de opciones la mashua negra, de nombre científico Tropaeolum tuberosum, un tubérculo nativo de las tierras altas de la región andina, que abarca países como Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia.
A la vista, se destaca por su particular forma cónica y afilada, cuyo tamaño varía de 7 a 33 centímetros de largo. Su piel es suave, firme y cerosa. Y la carne mantiene las tonalidades púrpuras características de este alimento.
De acuerdo a los expertos, estiman que existen unos 100 tipos de mashua, también conocida con nombres como mashwa, papa amarga, cubio o majua.
Su principal diferencia tiene que ver con el color, dado que hay variedades amarillas, naranjas, marrones y una púrpura, casi negra, justamente la que fue bautizada como oro negro.
La mashua negra es una de las extrañas variedades de esta especie de tubérculo, que crece en las montañas andinas, a unos 4000 metros sobre el nivel del mar.
Su cultivo no requiere mayores cuidados, además de que se reproduce fácil y rápidamente. Una de las razones por la que se use para numerosas recetas de cocina.
Qué beneficios tiene la mashua negra
Un estudio compartido por International Journal of Food Science califica a este alimento como «una valiosa fuente natural de fenoles y antocianinas con alta actividad antioxidante».
Y teniendo sobre la mesa su valor nutricional, el consumo de mashua negra se asocia a algunos beneficios para la salud como los siguientes:
Potencial prevención del cáncer
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Científica del Sur determinó que un extracto de mashua negra presentó actividad citotóxica y antiinflamatoria, lo que sugiere su potencial para apoyar el tratamiento del cáncer y de las enfermedades de origen inflamatorio. Compuestos como los flavonoides y los polifenoles estarían detrás de estos efectos.
En la misma línea, otra investigación, en este caso que presenta la revista Phytochemistry, determinó que dos alcaloides aislados de los tubérculos negros de Tropaeolum tuberosum tienen potencial para destruir las células cancerígenas del cáncer de pulmón, vejiga, riñón y próstata.
Si bien los hallazgos son prometedores, faltan estudios concluyentes para corroborar sus efectos en la salud de las personas.
Mashua negra para la salud cardiovascular
Esta variedad de la mashua es la que más antioxidantes concentra. Evidencias científicas publicadas por Multidisciplinary Digital Publishing Institute logran verificar su abundante contenido de compuestos fenólicos, taninos, antocianinas, fitoesteroles y ácidos grasos, que son claves para la prevención de enfermedades crónicas.
Mashua negra para aliviar el dolor
Los suplementos de mashua negra se consideran antiinflamatorios y analgésicos, por lo que se utilizan como complemento para promover el alivio de distintos tipos de dolores.
Una revisión compartida en Journal of Ethnopharmacology cita su uso contra el dolor de riñón y de vejiga. Y su alta concentración de antocianinas, estiman, alivia el dolor cíclico de pechos, lesiones deportivas y asociado a la inflamación crónica.
Mejor piel con mashua negra
El contenido de antioxidantes ayuda a inhibir los efectos negativos del estrés oxidativo, proceso relacionado con el envejecimiento prematuro de la piel.
Estas sustancias, sumadas a la vitamina C, también ayudan a la producción de colágeno, clave en la regeneración cutánea.
Efecto antihistamínico de la mashua negra
Este tubérculo se utiliza en la medicina tradicional como remedio para calmar los síntomas de las alergias. De todos, modos, no hay estudios concretos sobre estas propiedades.
Según evidencia un trabajo publicado en Allergology International, la ingesta adecuada de flavonoides es eficaz para prevenir enfermedades alérgicas. Incluso se observó que estas sustancias ayudan a inhibir la liberación de histamina.
Diurético natural
Otro de los usos que tiene la mashua negra apunta a la retención de líquidos: los extractos de la planta aumentan la diuresis (secreción de orina), lo que a su vez promueve la desinflamación.
En un estudio de la Universidad Peruana Unión, zona madre de este tubérculo, observaron un posible efecto diurético al utilizar un extracto acuoso de Tropaeolum tuberosum en ratones.
Qué valor nutricional tiene la mashua negra o el oro andino
La mashua ganó reconocimiento no solo en su países de origen debido a su valor nutricional. De hecho, según difunde el sitio de divulgación científica Galoá Proceedings, el tubérculo contiene proteína, fibra, carbohidratos y niveles altos de vitamina C. Además, aporta minerales como hierro, zinc y manganeso.
Claro está que las cantidades de estos nutrientes varían de acuerdo a, por ejemplo, la zona de cultivo. De hecho, un capítulo del libro Bioactive potential of andean fruits, seeds, and tubers detalla que los tubérculos de mashua contienen lo siguiente:
- Carbohidratos: entre 69,7 % y 85,8 %
- Proteínas: entre 6,9 % y 15,7 %
- Fibra: entre 4,8 % y 8,6 %
- Grasa: entre 0,1 % y 1,0 %
De hecho, Mejor con Salud de AS cita otra fuente que precisa que cada 100 gramos de oro andino se aportan las siguientes cantidades:
- Carbohidratos totales: 78,6 gramos
- Beta-caroteno: 214 microgramos
- Riboflavina: 0,57 miligramos
- Ácido ascórbico (vitamina C): 476 miligramos
Cómo consumir mashua negra
Por sus característica, la mashua es considerada un alimento versátil, ya que puede prepararse de varias formas.
De acuerdo con una publicación de Perú Info, se puede comer cocida o frita, en purés, sopas, guisos e incluso como postre.
Otra alternativa es agregarse a bebidas. Y por último, se puede comprar en farmacias o dietéticas en polvo o cápsulas, como suplemento.