31.7 C
Mendoza
25 de enero de 2025
FM Del Condado noticias
Image default
Policiales

Me decían que ya habían matado a varias personas


Una mujer fue atacada por dos delincuentes, presuntamente armados, cuando se disponía a salir del garaje de su casa llevando a sus dos hijos a bordo. Querían quedarse con el auto. Pero, en medio del forcejeo y que uno de los delincuentes consiguiera la llave, la mujer logró subirse al asiento trasero con la intención de proteger a sus hijos. Fue el inicio de la pesadilla. Gabriela Bastos (46) quedó secuestrada dentro de su propio vehículo junto a sus hijos de 5 y 12 años, mientras los delincuentes escapaban en su auto a velocidad.

El violento hecho de inseguridad tuvo lugar en la calle Entre Ríos 2052, en el barrio San Vicente, en la zona este de la ciudad de Córdoba.

A primera hora de la tarde y a la luz del día, dos delincuentes sorprendieron a Bastos, quien abrió la puerta de su garaje con los chicos dentro del auto: los iba a llevar a una actividad extraescolar. En segundos, el caos.

«Estaba cerrando el portón de mi casa con el auto (un Volkswagen Suran) en la calle con los dos niños dentro y me abordaron: uno me sacó la llave y se metió al auto, bajo amenaza de estar armado», contó la víctima.

Un remisero que pasaba por el lugar intentó intervenir y se enfrentó a uno de los delincuentes, pero a pesar del forcejeo no pudo evitar el robo.

En charla radial con Mitre Córdoba, Bastos describió con detalles esos segundos que fueron eternos: «Logro meterme en el asiento trasero del auto para intentar proteger a los chicos, mientras el tipo le daba arranque al coche y salimos a contramano a toda marcha».

La esquina de la calle Entre Ríos por donde los delincuentes huyeron a toda marcha en contramano. Foto: CapturaLa esquina de la calle Entre Ríos por donde los delincuentes huyeron a toda marcha en contramano. Foto: Captura

«Estaba a los gritos y muy nerviosa. Llegué a tirarle de los pelos al que iba manejando. Salimos por Entre Ríos en contramano. Y a las pocas cuadras empecé a rogarle que nos deje bajar», continuó con el relato Bastos.

La víctima contó que, al cabo de unas cuadras, empezó a pedirles «tranquilidad» y que «los dejaran bajar del auto». Según contó, el mayor temor era que chocaran ya que iba a velocidad muy alta y varias cuadras en contramano.

«Luego de varios ruegos, me dijo que me quedara callada porque tenía un revolver y me iba a matar, que ya había matado a varias personas«. En un momento, el delincuente frenó. Pero, el auto contaba con el seguro para niños y las puertas traseras estaban trabadas. Allí, volvió a acelerar.

«Hicimos una cuadra por Costanera hasta que agarró Estados Unidos. Le volví a pedir que destrabe los seguros y nos deje bajar». Finalmente, en el cruce con la calle San Alberto, el delincuente accedió y dejó bajar a la familia. «Nos sentimos solos, aterrados», se sinceró Bastos.

El auto fue robado y aunque tiene pedido de captura nada se sabe de él. Tampoco de los delincuentes que continúan prófugos.



Fuente Oficial