Luego del empate contra Nacional, una muy mala noticia sacudió a River: Manuel Lanzini se hizo estudios por imagen por el fuerte traumatismo que había sufrido en el pie derecho durante el amistoso del viernes pasado contra Tigre (el intenso dolor no le permitió ir a Montevideo) y se confirmó que tiene una pequeña fractura de base en el primer metatarsiano. Así, será baja aproximadamente dos meses, aunque en el cuerpo médico aseguran que podrían ser más o menos dependiendo de cómo vaya transitando la recuperación.
Una que ya arrancó en las últimas horas en su casa, junto a su pequeño hijo Noah, de dos meses y medio: ya tiene inmovilizada la zona, algo que deberá mantener durante el próximo mes. En ese clima familiar es donde busca transitar estos días. Por caso, su esposa publicó un mensaje dándole aliento, a través de una historia de Instagram acompañada de una foto del 10 en el sillón de su casa: «Un tropezón no es caída, a levantarse y empezar de nuevo. Te amamos papi», puso.
Lo inoportuno del momento
Sin dudas, una lesión muy inoportuna en un momento ídem: los huesos que están en el empeine y llegan a cada dedo son bastante finos y a veces se pueden llegar a sufrir recaídas porque una pequeña parte puede no llegar a quedar del todo soldada. Pero eso, claro, no es lo que pretenden Manu ni los médicos: así como sucedió con su vuelta tras el desgarro sufrido en la pretemporada y sus dos resentimientos, no apurarán su retorno a las canchas, proyectado claro para después del receso por la Copa América.
Así se recupera Lanzini de su fractura (IG Jennifer Reina).Que el momento de la temporada sea inoportuno se debe a que se perderá los ocho partidos en 36 días que le quedan al equipo para cerrar esta primera parte del año: son cinco por la LPF (Central Córdoba, Belgrano, Argentinos, Tigre y Deportivo Riestra), dos por Copa Libertadores (Libertad y Deportivo Táchira) y uno por Copa Argentina (Temperley, por los 16avos). Si bien se trata de un inicio de un torneo, un cierre de fase de grupos en la que River está muy encaminado a octavos y un pase de ronda que por lógica y plantel debería darse, lo cierto es que Demichelis planeaba darle bastante preponderancia porque ineludiblemente deberá rotar a algunos jugadores de un encuentro a otro.
Manu Lanzini – 8-5-2024
El lujo de Lanzini en el clásico
En ese sentido, Lanzini tiene una carta a favor que es el prácticamente mes y medio que separa el final del primer semestre (semana del 12/6) y el inicio del siguiente (finde del 21/7): así, su regreso a los entrenamientos podría darse en la parte final de los trabajos de pretemporada en Cardales o en los que ya se realizarán en el Camp.
Hasta este momento, el volante ofensivo de 31 años venía mostrando una notoria levantada en su nivel, con participación en el juego y precisión en los pases en los 125 minutos que había disputado en cinco partidos (ante Huracán, Nacional, Instituto, Boca y Libertad). Es más, Demichelis se había ilusionado con su presente porque sumaba jerarquía y experiencia de primer nivel en el tramo decisivo del semestre y en el inicio de la Liga Profesional: «Me alegro de que esté en evolución, se está entrenando muy bien», fue el mimo del DT.
Con un contrato firmado hasta diciembre pero con la posibilidad de que a mediados de año sea interrumpido unilateralmente (algo que ambas partes ven muy lejano), habrá que ver si este nuevo revés que sufre desde su llegada al club (ver la eliminación ante Inter desde afuera y el desgarro de principios de año, los otros) influye para la decisión que se pueda tomar: cómodo en el país, las ganas de Lanzini son las de seguir un tiempo más.
