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2 de noviembre de 2024
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TecnoTecnología

Los animales que consumen alcohol voluntariamente son más comunes de lo que crees


Las cervezas, vinos y licores destilados que han acompañado a los seres humanos en sus momentos más alegres u oscuros tienen por base un compuesto fundamental llamado etanol. También conocido como alcohol etílico, el etanol no es una invención de la humanidad como sí lo son estimulantes como el éxtasis o las metanfetaminas. El etanol fue descubierto y surge a partir de la fermentación que levaduras y bacterias producen en azúcares de frutos y cereales.

Los seres humanos identificaron esta sustancia y se enfrentaron a sus efectos secundarios probablemente por accidente. A la par, otros animales que consumen alimentos ricos en azúcares también han experimentado las consecuencias del alcohol etílico. En el campo de la biología, existe una seria duda sobre la frecuencia con la que ocurren episodios de animales que se embriagan con el etanol de sus alimentos y si es que lo hacen a propósito.

Un reciente estudio publicado en la revista Trends in Ecology & Evolution afirma que los episodios no humanos de consumo de etanol son más comunes y menos accidentales de lo que los ecologistas podrían pensar. La idea que tenemos actualmente sobre el aprovechamiento del etanol presenta un sesgo antropocéntrico que no toma en cuenta la proporción de alimentos que lo producen, el tiempo que lleva apareciendo por fermentación en los frutos de la Tierra y las adaptaciones de los animales que suelen ingerirlo.


La quercetina es una parte esencial del vino y contribuye en parte a su color, sabor y sensación.

La quercetina de las uvas con las que se fabrica el vino tinto puede bloquear una enzima esencial que sintetiza correctamente el alcohol en el hígado.


¿Qué tan grande es la fiesta oculta de los animales?

Actualmente hay 357,000 especies de plantas vasculares y 325,000 especies de plantas con flores que producen azucares de fácil fermentación. Mientras tanto, el etanol apareció en abundancia en la naturaleza hace aproximadamente 100 millones de años, señala el informe. En contraposición, la especie humana moderna surgió hace apenas 200,000 años, según la mejor evidencia disponible. Los seres humanos pueden procesar con eficiencia el alcohol etílico gracias al hígado y a enzimas especiales. A la par, hay registros de simios y musarañas que acostumbran a vivir en árboles que presentan una alta tolerancia al etanol debido a un mecanismo de adaptación.

Una fruta fermentada puede alcanzar hasta el 2% de volumen de alcohol, aunque hay datos en Centroamérica donde la proporción se dispara hasta el 10%. Los altos niveles de etanol también son sinónimos de fuentes concentradas de calorías aprovechables. El texto puntualiza que la sustancia se encuentra con suficiente frecuencia en el mundo y presenta beneficios nutricionales sustanciales como para favorecer mecanismos que permitan su consumo en múltiples linajes de animales.

Ejemplos de animales captados consumiendo frutos fermentados.

Ejemplos de animales captados consumiendo frutos fermentados.



Wired | Fuente Oficial