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28 de junio de 2024
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Espectáculos

Los 76 músicos de la Orquesta Sinfónica Juvenil viajarán por primera vez a Japón


Hay un clima de excitación en el ensayo de la Orquesta Nacional Juvenil San Martín por los compromisos venideros, pero también por su próximo viaje a Japón. Será la primera experiencia para esta orquesta que está cumpliendo 30 años de vida.

El subsuelo de la Lotería Nacional no parece inicialmente un lugar relacionado con las melodías, sin embargo, es lo suficientemente cómodo para el despliegue de los 76 músicos.

La orquesta se presentará el 30 de agosto en Tokio y el 2 de septiembre, en Kioto, donde además hará dos conciertos pedagógicos. El viaje, absolutamente financiado por el gobierno japonés, incluye a los 76 músicos del ensamble, a los directores Pablo Boggiano y Mario Benzecry, asistentes y armadores de sala. En total 86.

La violista Camila Barrientos y la trombonista Juana Zapata reflejan claramente el entusiasmo que provoca este periplo. “Voy a viajar a un país que siempre quise conocer y ahora lo puedo hacer a través de la música; es hermoso. Creo que lo más importante es dejar una buena imagen de la orquesta. Si bien en cada concierto lo intentamos, en estas presentaciones mi expectativa es mucho mayor”, explica Camila.

Juana se siente feliz: “Chocha, porque se nos presenta una oportunidad única, como lo es viajar a un país como Japón. Y poder hacerlo a través de la música me pone realmente feliz”, cuenta la joven trombonista.

Kevin Burdman, violinista, es más cauteloso frente a esta experiencia. “En realidad, creo que todavía no caí de este viaje. Veo una posibilidad de conocer una cultura diferente a la nuestra. Creo que va a ser una experiencia bastante buena, pero habrá que ver en el momento”, añade.

Ensayo en un lugar atípico, pero ensayo al fin. La Orquesta Sinfónica Juvenil, en el subsuelo del edificio de la Lotería Nacional, a las órdenes del Maestro Mario Benzecry. Foto: Martín Bonetto
Ensayo en un lugar atípico, pero ensayo al fin. La Orquesta Sinfónica Juvenil, en el subsuelo del edificio de la Lotería Nacional, a las órdenes del Maestro Mario Benzecry. Foto: Martín Bonetto

El mérito de Tanaka

Pablo Boggiano, quien será el director de la orquesta juvenil en los conciertos en Japón, no duda en adjudicar todo el mérito de este proyecto a su esposa, la soprano japonesa Ayako Tanaka, que logró el apoyo necesario para que la agrupación viaje al país del sol naciente.

“Si bien todo este proyecto se logró gracias a Tanaka, hubo una permanente articulación de ella con Benzecry y conmigo, que nos llevó billones de horas de teléfono”, agrega el director.

Y aquí un poco de historia. En 2017, Boggiano se presentó con la cantante Tanaka para actuar en el CCK con la orquesta sinfónica.

“Ayako se sorprendió mucho con la mentalidad. el espíritu y el modo de trabajo de la orquesta. Pensemos que Japón es lo opuesto socialmente. Su seriedad y su corrección responde al mandato que tienen. Están educados para hacer algo, una actividad fuese la que fuese, pero eso no significa que la quieran hacer”

Pablo Boggiano será uno de los dos directores de la Orquesta Sinfónica Juvenil, en su viaje a Japón. Foto: Martín Bonetto
Pablo Boggiano será uno de los dos directores de la Orquesta Sinfónica Juvenil, en su viaje a Japón. Foto: Martín Bonetto

“Lo que encontró Tanaka en esta orquesta es que toca queriendo tocar. Hay pasión. Y lo percibe como una diferencia importante desde el aspecto educacional y creyó que podría aportar una mirada diferente en Japón. Entonces, se le ocurre el “disparate” de llevar la orquesta a su país”, contó Boggiano, radicado en Europa desde 2000, primero en París y actualmente en Viena.

El director recuerda que a partir de aquel momento comenzó una aventura. Primero la pandemia y luego la invasión de Rusia a Ucrania dilataron, uno por cuestiones de salud y el segundo, por el fuerte encarecimiento de los pasajes de avión, el proyecto.

“Pero antes de todo esto ella comete en Japón un acto que la condiciona: lanza un crowdfunding para juntar plata para este viaje pero, centralmente, darle publicidad al proyecto. Iba a tener éxito, porque era por una cifra mínima, pero ya no podía echarse atrás porque ese dinero no se devuelve, sólo puede ser utilizado para el fin previsto”, explicó el director sobre el sistema en el que uno pide dinero a anónimos para una actividad determinada.

Ahora bien, Boggiano cuenta que por aquella época, es decir 2018 o 2019, la Orquesta Sinfónica Nacional tenía planeada una gira por Corea y China con el financiamiento de un tercio del total por parte de estos gobiernos, un porcentaje importante. “Pero por la incapacidad del gobierno nacional esta gira colapsó”, recuerda.

Dedicación y esfuerzo. Entre los miembros de la Orquesta Sinfónica Juvenil, una agrupación con 30 años de historia. Foto: Martín BonettoDedicación y esfuerzo. Entre los miembros de la Orquesta Sinfónica Juvenil, una agrupación con 30 años de historia. Foto: Martín Bonetto

Con este antecedente, Boggiano le propuso a Tanaka que el apoyo tenía que ser del ciento por ciento del gobierno japonés para evitar que este proyecto pueda colapsar como el otro. Y se logró.

De todos modos, el director señala que la Secretaría de Cultura asumió los gastos, en términos de derechos de autor, para que la Sinfónica juvenil lleve en su repertorio música argentina a Japón y que eso lo pague la Argentina; de lo contrario el repertorio sería sólo clásico.

“La orquesta hará en los diferentes conciertos la Sinfonía N° 5, de Tchaikovsky; la obertura académica de Brahms, Inti Raymi, de Esteban Benzecry; algunas obras de Astor Piazzolla, como Miguelangelo ‘70, Libertango, Milonga del ángel y; del guitarrista y compositor Quique Sinesi, Milonga para Hermeto. Además, en los conciertos pedagógicos presentaremos Comedia infantil y Pedro y el lobo, de Luis Gianneo».

-¿Cómo llevás la música de Sinesi, un guitarrista, al plano sinfónico?

-El motor es el amor, el único motor que mueve el mundo es el amor que le tenemos a las cosas y me enamoré de la música de Sinesi. Encontré un compositor con una originalidad y una voz valiosa. De él, hice Piazzolleando y Plegarías para un soñador para orquesta sinfónica, y tengo planeado hacer un concierto para guitarra.

“Sin duda, este viaje, esta experiencia, es un acto de inspiración para cualquier chico que está en un atril en la orquesta, precisamente, en la orquesta en la que yo nací. Desde el último atril de las violas hasta pasar a estar adelante, fui asistente, fotocopié las partituras, armé las salas; estuve en todas las instancias… Y siento que ese tránsito me hizo crecer. Pienso que tenemos un desarrollo del individuo importante con un pasado histórico y cultural de compositores muy fuerte”, agrega Boggiano.

Mario Benzecry. Con la batuta del maestro, la Orquesta Sinfónica Juvenil llevará música de Tchaicovsky a Japón. Foto: Martín Bonetto
Mario Benzecry. Con la batuta del maestro, la Orquesta Sinfónica Juvenil llevará música de Tchaicovsky a Japón. Foto: Martín Bonetto

Por encima de la charla con el director, la orquesta ensaya la Sinfonía N°5 de Tchaikovsky, con la excelente batuta de Benzecry. Sobresale ese clima de equilibrio entre la tradición sinfónica europea y la sensibilidad rusa.

Jóvenes talentosos

Kevin Burdman volvió a la orquesta hace dos años. Entre 2020 y 2022, estuvo en otros proyectos que lo alejaron para regresar el año pasado. Juana, por su parte, entró en la orquesta a los 14 años -los músicos pueden estar hasta los 28-, pero también fue y vino hasta 2022, cuando retomó su lugar; este es el primer año en el que está en el trombón bajo. Camila ingresó a través de una audición de zoom en 2021, durante la pandemia; hoy está en la línea de adelante de las violas.

Con algunas diferencias, los tres admiten haber elegido su instrumento casi por azar.

Kevin no viene de familia de músicos y optó por su instrumento de manera aleatoria. “Quería estudiar un instrumento y cuando entré a la escuela de música me preguntaron qué quería tocar y dije el violín”.

Camila, por su parte, contó que tenía una amiga que estudiaba violín y no quería estudiar el mismo instrumento. “Cuando entré en el conservatorio, probé tocar la viola, me gustó mucho el sonido y pensé: estudio un año o dos y ya está, pero continué hasta recibirme”.

Kevin Burdman (violín), Camila Barrientos (viola) y Juana Zapata (trombón) cuentan cómo se trabaja en la Orquesta Sinfónica Juvenil.Kevin Burdman (violín), Camila Barrientos (viola) y Juana Zapata (trombón) cuentan cómo se trabaja en la Orquesta Sinfónica Juvenil.

En la escuela de Juana había una orquesta de música y a la hora de elegir se inclinó por los bronces. “Tenía once años y no quería tocar cuerdas, así que probé el trombón y fui la única que le sacó sonido y entonces seguí y acá estoy” (se ríe).

-¿Cómo es la interacción dentro de la orquesta?

Kevin: Soy concertino y tengo responsabilidades. Tengo que mantener un término medio en mi relación con los compañeros. Es un balance. Soy muy de hacer chistes y hasta el año pasado era muy jodón, pero ahora tengo que balancearme entre ser policía o jodón.

Camila: Sé que tengo mal carácter y en la fila a veces mi compañero me dice: “Pedilo mejor”, pero ya me conocen y entonces no me dan mucha bola. Soy enojosa.

Juana: Los bronces somos más tranquilos, sonamos muy fuerte y es mejor tomarlo con tranquilidad. Los vientos nos llevamos muy bien entre nosotros y con las otras filas de instrumentos.

-¿Compiten entre instrumentos?

Juana: No sé si entre instrumentos, pero en las filas se compite. Acá no.



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