Juan María Traverso fue un piloto de excelencia en el automovilismo nacional. Multicampeón en diferentes categorías (TC, TC2000 y Top Race) dejó una huella por sus títulos, sus carreras ganadas y por sus maniobras o locuras dentro de la pista. De esas para levantarse y aplaudir de pie. En Olé, en medio de los homenajes tras su fallecimiento, recordamos algunas puntuales. Tiene una colección, pero nos centraremos en tres que hizo corriendo en TC 2000.
La Cupé Fuego Renault: aguantó con casi tres ruedas y auto en llamas
El Flaco fue amo y señor del TC 2000, donde obtuvo siete campeonatos (sigue siendo el más ganador a pesar de los cambios de nombre de la categoría). Seis de ellos fueron con la mítica Renault Fuego. En 1986, cuando ganó su primera corona, protagonizó un momento épico en la carrera desarrollada en Pigüé. A cuatro vueltas para el final de la competencia, Traverso, que venía primero, empezó a tener problemas con la rueda trasera derecha de su vehículo. Despistes mediante, el auto se tornó inmanejable al estar prácticamente en tres ruedas (ndr: la goma no llegó a salirse). El de Ramallo tuvo que dejarle el primer puesto a Ernesto Soto, su compañero de equipo, y encaró la última vuelta defendiéndose de los ataques de Mario Gayraud, a bordo de un Ford Sierra. Traverso, como pudo, condujo la cupé Fuego hasta el final y se quedó con un segundo puesto memorable. Superó a su rival por milésimas. Una carrera clave en el posterior título. Gayraud, finalmente tercero, sería el subcampeón en ese año.
Dos años después, en General Roca, JM brindó otro espectáculo. Directo a las páginas doradas del TC 2000 y del automovilismo nacional. A cuatro vueltas para el final, Traverso tomó la punta, relegando a Silvio Otra, quien era el campeón reinante. Al agarrar el primer puesto, el vehículo de Juan María comenzó a despedir un llamativo humo blanco. Progresivamente, el humo empezó a invadir el habitáculo. Cualquier otro piloto se hubiera detenido. Sin embargo, el Flaco siguió manejando. No paró, pese a ver muy poco, -por momentos- con algunas llamas en su interior, y con el riesgo de prenderse fuego totalmente. Oltra luchó con él hasta el final, pero no pudo arrebatarle la punta. Sí, Traverso terminó ganando y, apenas pasó la bandera a cuadros, se lanzó del desgastado auto. Una victoria monumental.
Juan María Traverso – 12-5-2024
Traverso y la cupé Fuego Renault: dos momentos épicos
«Se me rompió una manguera y comencé a perder aceite, fundamentalmente sobre los escapes. Llegué a derramar prácticamente todo el lubricante en las últimas tres vueltas, lo que hizo levantar la temperatura del motor hasta ponerlo al rojo vivo. Recién percibí el fuego muy cerca de la llegada y no podía parar…Otro problema era el humo que se metía en el habitáculo, no me dejaba ver, ni respirar, pero faltaba tan poco que no podía desperdiciar la posibilidad de ganar esa carrera», explicó Traverso tiempo después. Único.
1988 culminaría con el segundo título del hombre de Ramallo en ese TC 2000. Y General Roca fue testigo de una hazaña.
Bonus track: el Honda en tres ruedas
Diez años después, en Alta Gracia, Traverso (integrante del equipo Honda Civic) venía liderando la competencia. Sin embargo, otra vez sopa. A poco para la conclusión, el auto sufrió el desprendimiento de la rueda trasera. Sí, voló y salió despedida. Literal. Increíblemente, el Flaco no sacó el pie del acelerador. Se acomodó, le dejó el primer puesto al Gurí Martínez, su compañero de equipo, y él continuó hasta el final. Sí, finalizó segundo con el auto en un estado increíble.
«Se salió la rueda, por suerte no hice trompo. Volví a la pista. Pude llegar. Faltaba muy poco», relató post carrera, con total naturalidad. Como si fuera cosa de todos los días manejar en tres ruedas. Un crack.
Juan María Traverso – 12-5-2024