Su nombre suena desde hace tiempo para reforzar a Boca y -aunque no es la primera vez que aparece en el radar de Juan Román Riquelme– en este mercado de pases hubo un paso inédito para que se concrete la operación. Un paso traducido en oferta formal, que incluso hasta se comunicó a través de un medio cuasi oficial xeneize. Por eso, la ausencia de Fausto Vera en la planilla de juego del partido que este domingo Corinthians juega ante San Pablo es por demás sugerente.
Porque si bien los trascendidos marcan que el acercamiento por el ex volante de Argentinos sería insuficiente, en Boca todavía son optimistas para llegar a un acuerdo y eso tiene dos motivos: por un lado, la amenaza que para los paulistas implica una posible inhibición por parte del Bicho ante una importante deuda por el pase realizado durante 2023.
Boca envió una oferta por Fausto Vera y lo comunicó a través de una cuenta alternativa que brinda informaciones oficiales.Por otra parte, la presión y las ganas del jugador de ponerse la azul y oro pueden ser decisivas. Y acá entra a tallar la competencia que Diego Martínez y compañía pueden tener para conseguir a Vera como refuerzo. Una chance latente y que suma fuerza es la del Atlético Mineiro dirigido por Gabriel Milito, el entrenador que vio su mejor nivel en la Paternal.
Una cuestión reglamentaria
En ese sentido, la noticia de la baja de Fausto para el clásico paulista podría representar una señal en pos de un posible acuerdo con Mineiro (o algún otro club brasileño): es que -por reglamento- un futbolista que juega en más de seis partidos en un mismo equipo, queda automáticamente inhabilitado para hacerlo por otro.
En nueve fechas del Brasileirao, Vera lleva jugados 6 partidos. Y en los últimos tres que jugó, acumula 33 minutos.Y el volante lleva jugada esa cantidad de encuentros (cuatro ingresando desde el banco y solo dos como titular, en la primera fecha justamente ante Mineiro y en la tercera contra Bragantino) y suma en total 33 minutos en cancha en las últimas seis fechas de su equipo en el Brasileirao. Sin embargo, ya alcanzó la máxima cantidad de partidos que se permiten antes de poder dar un salto a otro club del mismo certamen.
Claro que es apenas un detalle. Y lo más cierto a esta hora es que su condición de relegado acentúan sus ganas de irse. Y si de ganas se trata solamente, Boca todavía se puede ilusionar.
