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29 de junio de 2024
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Deportes

La antigua conexión goleadora de River que sueña con brillar en los Juegos Olímpicos :: Olé


La Selección ha vuelto a unir lo que el mercado le separó a River. Una sociedad que funcionando como tal brilló hace un año consagrándose campeona de la Liga Profesional y que los últimos días de la olimpíada Javier Mascherano pretende explotar con el mismo éxito que Martín Demichelis. Pablo Solari y Lucas Beltrán desde el lunes comparten cancha y charlas en el predio Lionel Andrés Messi de Ezeiza, a apenas seis kilómetros de ese Camp en el que amalgamaron una relación que arrancó como rivalidad deportiva.

Como si se tratara de un homenaje a las “pequeñas sociedades” que el Flaco Menotti se empeñaba por ensamblar para alcanzar el éxito de sus equipos, Mascherano tiene en su staff al dúo Be-So. Entendiendo, el Jefecito, que la química entre el goleador cordobés de Fiorentina y el delantero puntano de River podría allanarle el camino al gol a una Selección que se está terminando de moldear.

Un grupo tuvo un proceso de preparación iniciado meses antes del Preolímpico de Venezuela, es cierto, aunque recién logrará hacer sinergia en el mes y medio que resta hasta el debut frente a Marruecos, el 24 de julio en el Geoffroy-Guichard de Saint-Étienne. Para ello, Mascherano apuró la organización de los amistosos frente a Paraguay, el otro seleccionado sudamericano clasificado a los Juegos, que se disputarán a puertas cerradas el sábado en el estadio de Huracán y el lunes, en el de Lanús.

Completar el rompecabezas con futbolistas que se conocen es importante. Habiendo compartido apenas 1.542 minutos juntos en cancha -el equivalente a 17 partidos- la combinación Solari-Beltrán dio resultados en la red: Pablo César metió 13 goles y Lucas, 14.

Beltrán y Solari, juntos en otros tiempos (Prensa River).Beltrán y Solari, juntos en otros tiempos (Prensa River).

Además, los delanteros se asistieron mutuamente: el Pibe le convidó cuatros asistencias al Vikingo, quien le devolvió gentilezas en tres oportunidades. Con un último registro que entusiasma pensando en París 2024: participaron de la gira de la Sub 23 frente a México, y la conexión terminó con pase del puntano para un grito en cordobés.

En aquellos amistosos en Norteamérica, por fin, Beltrán y Solari pudieron coincidir dentro del campo con la camiseta de la Selección: hasta aquella convocatoria apenas habían compartido una convocatoria a una Sub 18 comandada por Fernando Batista, con la que jugaron un amistoso frente a un selectivo de las categorías 2001 y 2002 de Temperley, aunque entrando un tiempo cada uno.

El predio de Ezeiza también había sido punto de reunión aquella vez de dos talentos que venían de ser figuras desde purretes, aunque en bandos opuestos: Solari y Beltrán solían enfrentarse en los clásicos entre Talleres-Instituto de la Liga Cordobesa, primero, y de la Novena de AFA, después. Luego el tiempo los separó: el Vikingo fue fichado por River y el Pibe continuó su carrera en Colo Colo.

Pero ahora la Selección los reencontró y a cubrir con el (otro) manto sagrado. Por lo pronto ya posaron espontáneamente para una instantánea que luego Solari posteó en Instagram y que Beltrán comentó con un cariñoso “manito”. Una buena onda compartida por dos talentos que aspiran a integrar la lista definitiva de 22 futbolistas que volarán a Francia soñando con la tercera medalla olímpica dorada del fútbol.

Beltrán y Solari: de enfrentarse a ser compañeros.Beltrán y Solari: de enfrentarse a ser compañeros.



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