A 44 años de La laguna azul -y próxima a cumplir 59 años- Brooke Shields vuelve estar en el mundo del espectáculo con esta flojísima comedia romántica de Netflix, La madre de la novia, sin duda aprovechando que este fin de semana se festeja en Día de la madre en los Estados Unidos.
Y sí, Brooke, la ex de Andre Agassi, es la madre del título, y Miranda Cosgrove, la actriz de iCarly e integrante del elenco de Escuela de rock, es Emma, su hija. La novia. Y con Mark Waters, productor de la comedia romántica 500 días con ella y director de Chicas pesadas y Un viernes de locos, detrás de cámara ¿qué podía salir mal? Todo.
Brooke venía de dos comedias navideñas estrenadas por streaming, una por Netflix y otra por MAX, pero la pregunta es qué le encontró de atractivo al guion de Robin Bernheim, quien venía de Intercambio de princesas, otra comedia de Netflix, y encima aparecer como una de las productoras ejecutivas.
El hilo de la trama es más que delgado, cero novedoso y con muchos clisés. Lana es una madre obsesiva, y que está obsesionada en cómo será el futuro de su hija, Así que cuando se entera de que Emma va a contraer matrimonio, sin conocer al novio, está por lo menos un poco histérica.
Y qué decir cuando viaje a una isla en Tailandia, donde tendrá lugar la boda, con todo pago porque Emma es una influencer, y sus patrocinadores quieren darle todo, y exhibir, mostrar cada detalle del evento.
Esto podría alterar a alguien como Lana, una genetista que perdió hace mucho a su esposo, cuando Emma tenía 8 años, y no ha vuelto a enamorarse. Tuvo una muy mala experiencia romántica en su momento con Will, un compañero de la universidad, que de un día para el otro dejó de hablarle. Desapareció, y le destrozo el corazón.
Bueno, si dijimos que esta película lo que no era de entrada era ser original, no va que el padre del novio es Will (Benjamin Bratt, alguna vez en La ley y el orden)…
Pero ése, el recurso trillado de que dos enamorados de la juventud se reencuentren en estas circunstancias, sin haberse hablado en 30 años, no es lo que resta interés. Son las situaciones cómicas mal resueltas, los gags sin gracias, los clisés a cada momento. Como que los hombres sean todos esbeltos, con abdominales marcados, aún tengan 50 años, y que se la pasen con la camisa abierta o sin camisa directamente.
Nada se mueve
Comedia sexual pero terriblemente asexuada, con chistes de la época de Pepitito Marrone, La madre de la novia hace agua por todos lados. La historia romántica y paralela con el personaje de Chad Michael Murray, que vuelve a trabajar con el director tras Un viernes de locos (un médico más joven que ella, quien dice textualmente «Tengo ropa interior más vieja que él») no va para adelante ni para atrás. Ese es el problema: nada se mueve, menos conmueve, todo queda estático.
La actriz de Pretty Baby y Amor eterno vuelve a zambullirse al agua como en La laguna azul. El asunto es que no sale a flote.
“La madre de la novia”
Comedia romántica. Estados Unidos, 2024. Título original: “Mother of the Bride”. 93’, SAM 13. De: Mark Waters. Con: Brooke Shields, Benjamin Bratt, Miranda Cosgrove, Rachael Harris, Chad Michael Murray. Disponible en: Netflix.