El reencuentro con la Bombonera: ¿cuánto hace que Boca no juega en su casa y por qué? :: Olé

No es habitual que, en plena competencia, en una seguidilla que para el Xeneize nunca se detuvo, Boca lleve más de un mes sin jugar en su casa, en la Bombonera. Pero sucedió. De hecho, el partido decisivo de esta noche contra Fortaleza será el reencuentro del equipo en el Templo con su gente después exactamente 28 días, ya que el último partido de local fue ante Godoy Cruz, por la última fecha de la fase regular de la Copa de la Liga. Y con victoria por 1 a 0, que aseguró el pasaje a los playoffs.

La cuestión es que, a partir de ahí, el Templo xeneize quedó en suspenso, porque lo que siguió fue todo lejos de casa. Primero, en cancha neutral, se disputaron los cuartos de final de la Copa de la Liga contra River en el Kempes (triunfo 3 a 2) y la semi ante Estudiantes, también en Córdoba (derrota por penales). Y por la Copa Sudamericana, intercaló visitas ante Fortaleza (caída por 4-2 en Brasil) y el triunfo clave ante Trinidense (2-1), en Paraguay.

Por último, llegó la visita a Tucumán, el domingo pasado, una dura derrota en el comienzo de la Liga Profesional que puso todavía más en foco la necesidad de que Boca logre hoy un resultado que lo haga depender de sí mismo en su clasificación a los octavos de la Copa. Porque otro revés sería difícil de digerir. Incluso, esta vez con este condimento: en casa.

Lo concreto es que la Bombonera también es un arma importante para conseguir ese objetivo. Por lo que significa para el propio equipo y también para los rivales. De hecho, será la primera vez que Fortaleza viste el Templo xeneize en su historia y, sin dudas, eso también tendrá su peso.

Después, será la vuelta a casa desde la última fecha de la Copa de la Liga ante Godoy Cruz, tras un mes intenso, con algunas grandes alegrías (como eliminar a River en Córdoba) y otras decepciones, como las citadas. Pero no habrá reproches para el DT ni para los jugadores, sino todo lo contrario, al menos de entrada: el hincha sabe que hoy Boca necesita de ese apoyo extra y de un clima armónico para que el equipo encamine su clasificación a octavos de la Sudamericana.