La próstata es una glándula del sistema reproductor masculino que en la juventud tiene el tamaño de una nuez.
Ubicada debajo de la vejiga, rodea la uretra, que es el canal que conduce la orina desde la vejiga hasta su eliminación.
Esta glándula ayuda a producir el semen que transporta a los espermatozoides. Así lo explica el Instituto Nacional del Cáncer, un sitio oficial del gobierno de los Estados Unidos.
Con el tiempo, la próstata tiende a crecer. A los 20 años es como una nuez, a los 40 como un damasco y a los 60 puede alcanzar el tamaño de un limón.
Malestares urinarios de la próstata
El crecimiento de la próstata hace que presione la uretra y pueda generar trastornos urinarios. ¿Qué sucede entonces? Que los varones afectados suelen sentir urgencia por orinar muchas veces en el día y durante la noche, y, cuando lo hacen, el flujo es menor y produce ardor.
Durante la vejez, además, aumenta el riesgo de sufrir prostatitis (inflamación), hiperplasia benigna (HPB) o cáncer, y los síntomas pueden ser más y más intensos. En estos casos puede suceder que haya problemas para iniciar el flujo de orina y que sea algo más que un goteo, sentir que la vejiga no se vacía o, después de orinar, volver a empezar varias veces. También se puede sentir dolor de espalda, cadera o pelvis, o dolor al eyacular, o verse sangre en la orina o el semen.
Estas molestias pueden derivar en una infección urinaria o renal. El proceso es lento pero creciente, por eso es importante el chequeo anual y ver al médico ante los primeros síntomas. La hiperplasia de próstata no se cura, pero los síntomas se alivian con medicamentos o cirugía.
Cómo aliviar los síntomas
En caso de detectar los primeros síntomas, que aún no requieren un tratamiento o cirugía inmediata, hay que realizar obligatoriamente el chequeo recomendado y seguir las indicaciones que propone la Universidad de Harvard y las del doctor Howard Parnes, Jefe del Grupo de Investigación de Cáncer Urológico y de Próstata del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos.
1. Restringir la ingesta de líquidos nocturna, especialmente el alcohol y la cafeína. También antes de viajar o asistir a eventos donde no haya baño.
2. Vaciar la vejiga por completo al orinar, aunque lleve su tiempo.
3. No retener la orina. Ir al baño cada vez que sea necesario, aunque sea muy frecuente.
4. Evitar el alcohol en los vuelos o tratar de orinar cada 60 o 90 minutos.
5. Comentarle al médico si se están tomando medicamentos que puedan empeorar los síntomas: antihistáminicos y otros para el resfrío o la tos, tranquilizantes y antidepresivos, y reguladores de la presión arterial.
6. Hablar con los médicos acerca de la dieta a seguir. Harvard sugiere que una dieta rica en grasas aumenta el riesgo de cáncer de próstata.
7. Hacer los exámenes de detección con la rutina indicada por el médico según la edad del paciente. Estos son la prueba de PSA (antígeno prostático específico) en sangre y el examen rectal digital.
“La mayoría de los hombres eventualmente desarrollan algún tipo de problema de próstata y en tal caso no hay soluciones fáciles”, advierte el Informe Anual 2024 de Harvard.
Se requiere un diálogo con el médico acerca de las decisiones de tratamiento, cirugía o terapias complementarias. “Los pacientes y sus familias enfrentan decisiones y elecciones importantes”, agrega esta guía que dice ser “completa, sincera y constructiva” y que por unos dólares se puede comprar en formato digital o imprimir desde esta página.
Harvard aclara que las opciones para solucionar los casos de agrandamiento benigno o cáncer son la cirugía, radiación, terapia focal, terapia hormonal, quimioterapia y vigilancia activa (análisis de PSA en sangre, tacto rectal y estudios por imágenes).
Hay al menos dos docenas de nuevos fármacos, tanto antibióticos en casos de prostatitis como alfabloqueantes para aliviar los síntomas de hiperplasia. Y técnicas robóticas de vaporización fotoselectiva y acuablación, más procedimientos por imágenes con precisión milimétrica. Todos ellos pueden brindar años de alivio sin efectos secundarios sexuales.
Otro artículo de la Universidad de Harvard señala que a los 60 años la mitad de los hombres sufren hiperplasia prostática benigna y a los 85, el 90 por ciento la tiene. La causa posiblemente sea un desequilibrio hormonal.